Cuentos de Ecología

Cuentos cortos con la ecología como principal valor. Cuentos que fomentan el cuidado del medio ambiente y el respeto por nuestro planeta. Cuentos de Medio Ambiente. Cuentos de ecología infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos sobre el medio ambiente a los niños. Cuentos de ecología que estimularán el lado más natural y respetuoso con el planeta de los niños.

Cuentos de Ecología:

LA MUÑECA CONSTIPADA

Érase una vez, una muñeca sentada en una estantería, en la habitación de una niña llamada Sofía. La muñeca de Sofía se llamaba Popita, y era su favorita.

A Popita le gustaba siempre sentarse en la estantería porque desde ahí podía ver todo el cuarto de la niña, su pequeña Sofía, a la que ella quería mucho.

Un día, a Sofía se le olvidó cerrar la ventana antes de irse al colegio, y apareció una corriente de aire que subía por la pared hasta la estantería, y Popita cogió frío y se constipó.

Cuentos-infantiles-La-muñeca-constipada

Cuando Sofía volvió del cole, se dio cuenta, y le preguntó a su muñeca preferida: «Popita, ¿qué te ha pasado?»

Y la muñeca, mientras se le caía el moquillo, contestó: «Sofía, se te ha olvidado cerrar la ventana de tu habitación, después de que la abrieras para ventilar tu cuarto… Y te fuiste al colegio sin cerrarla…»

Y a continuación la muñeca Popita empezó a llorar

Sofía, preocupada, le dijo: «No llores Popita, te voy a cuidar muy bien para que te cures ese constipado. Y siento haberme dejado la ventana abierta, no caí en que podrías coger frío…»

Pero Popita le contestó: «No lloro por eso Sofía. Lloro porque Sigue leyendo

OLMI Y EL OTOÑO

Todo los años para la misma fecha, en Octubre,  cuando llegaba el Otoño, Olmi el árbol, se ponía muy triste y dejaba de sonreír.

Olmi era un árbol de hoja caduca muy joven, al que le encantaba divertirse gastando bromas al resto de árboles del parque donde él vivía.

Pero de repente, justo cuando llegaba el Otoño, dejaba de hablar, y de gastar bromas, se ponía tan triste cuando veía que se le caían todas sus hojas al suelo que parecía otra persona.

Un día, un amigo de Olmi, planeó hacerle una fiesta sorpresa para que se animara y volviera a ser el mismo de antes. Lo tenía todo preparado, ya estaba todo a punto.

Cuentos infantiles - Olmi y el otono

Olmi estaba a punto de irse a dormir, «Buenas noches a todos, que descanséis«, les dijo al resto de Olmos del parque.

Pero de repente, empezó a escuchar la música de su amigo El árbol Play, hecha con el ruido de sus ramas y con la boca.

La cara de Olmi era de asombro, ya que era la hora de irse a dormir… y no entendía que Play se pusiera a cantar. Y justo en ese momento, el resto de árboles empezó a tirar serpentinas y globos de colores. Le pusieron un gorro de fiesta a Olmi y le dijeron:

«Amigo, hoy es el día de tu fiesta de Otoño. Vamos a divertirnos«, le dijo su amigo, el árbol Play.

«Pero no tengo ganas de fiestas, sólo quiero irme a dormir», dijo Olmi.

«Mira Olmi, tienes que fijarte en nosotros, y aprender que el Otoño no es triste. Nosotros los Olmos perdemos todas nuestras hojas en esta estación del año, pero para la primavera nos vuelven a crecer. ¡Así que venga anímate!»

Uno de los Olmos más viejos del parque, Sigue leyendo

LA MARIPOSA INVISIBLE

Dori era la mariposa más multicolor de todo el universo de las mariposas, conocido como Alai. Cuando Dori volaba por los enormes prados de Alai, llenaba de color y luz, allí por donde pasaba.

Dori era una mariposa muy feliz y cualquiera que se acercara a ella se contagiaba de entusiasmo y optimismo.

Pero un día gris y lluvioso, llegó a Alai un horrible lagarto verde en busca de comida. Lo peor de todo era que la comida preferida del lagarto verde eran las mariposas.

Cuentos infantiles - La mariposa invisible

Todo el mundo en Alai sabía de la existencia de este horrible animal que iba en busca de mariposas. Durante muchos años las mariposas de Alai, habían estado tranquilas y seguras en aquel lugar, pues nadie en el universo conocía de su existencia.

Pero todo cambió, cuando una de las mariposas más malvadas de Alai se marchó en busca de nuevos prados. Justo en ese momento, conoció al terrorífico lagarto verde, quién estuvo a punto de comérsela. Sin embargo, la astuta mariposa hizo un trato con él para que la dejara con vida.

«No no me comas«, le dijo la malvada mariposa con voz temblorosa.

«Dame una razón para no comerte«, le dijo el lagarto.

«Te diré un lugar en el que hay miles y miles de mariposas«, le respondió.

Ahí fue donde empezó la pesadilla para el reino de las mariposas, Alai… Sigue leyendo

WILLY, EL OSO TARTAMUDO

Willy, el oso, vivía desde que era muy pequeñito en un hermoso lugar, en medio de una gran cordillera repleta de árboles y grandes prados verdes, que nadie conocía…

El oso Willy era muy afortunado, pues además de vivir en un lugar maravilloso, tenía toda la comida que quisiera a su disposición… ¡pues era un oso muy glotón!

Pero de repente, una mañana de verano, cuando el oso Willy se despertó, y fue a desayunar al árbol de al lado, se encontró con una imagen desoladora…, ¡algunos árboles se habían secado!.

– «Pero… ¿qué os ha pasado?«, preguntó el oso Willy desolado quedándose boquiabierto, y con lágrimas en los ojos.

Para Willy, aquel sitio era el mejor lugar del mundo, repleto de naturaleza y de vida. Los árboles cubrían todas las montañas formando un manto verde de cientos y cientos de kilómetros, dónde se respiraba aire puro, sin humos ni contaminación.

Cuentos infantiles - El oso del bosque

Sin embargo, desde hacía años, un grupo de hombres lo habían descubierto. De hecho, el oso Willy, intentó asustarles para que nunca más volvieran a aquel lugar, y pudiesen vivir en su hábitat natural. Pero de repente, cuando el oso los tenía atemorizados con su gran cuerpo y su gruñido aterrador, dijo: «¡No no no no…vol vol volvais nunca!«.

Aquellos hombres que hasta el momento estaban atemorizados, al escuchar que Willy era tartamudo, empezaron a reírse sin parar «Ja ja ja ja«, y no le hicieron caso, y al cabo de los meses regresaron para construir un hotel de lujo en medio de la cordillera. Sigue leyendo

EL REINO DE SINTA

Sinta era una estrella verde. ¿Te parece raro? ¿Crees acaso que todas las estrellas son blancas? Pues no. Sinta, la más bonita estrella que podrás contemplar jamás, era verde.

Sí, era verde; un verde intenso, maravilloso, inigualable. Jamás podrás contemplar una maravilla semejante. Y… ¿sabes por qué tenía ese color, por qué era tan verde? Porque estaba cubierta, completamente cubierta, de preciosos bosques. Bosques con árboles grandes, muy grandes; altos, muy altos y que, además, tenían una característica especial: ¡eran mágicos! Sí, créeme, los árboles de Sinta eran mágicos. Luego veremos por qué.

En Sinta, además de los árboles, vivían Saro, Jaro y Bara. Saro y Jaro eran hermanos y cuidaban de Bara, la princesa del Reino de Sinta. Bara era muy bonita, tenía un solo ojo, los cabellos verdes, tres orejas, cuatro brazos y cuatro piernas. A ti te parecerá raro, pero para los habitantes de Sinta era la más hermosa de todas. Saro y Jaro la seguían a todas partes pues estaban a su servicio y cuidado.

En Sinta no había ni castillos, ni carreteras. No había coches, ni trenes ni aviones. En Sinta todo era diferente. Todo era mágico.

Bara, la princesa, vivía en un árbol, el más bonito de todos. Saro y Jaro también vivían en un árbol, pero este no era tan bonito.

Cuando la princesa Bara quería ir a ver a su amiga Tora, que vivía lejos, muy lejos, le decía a su árbol: ¡llévame a ver a Tora! Entonces el árbol sacaba las raíces de la tierra y, Sigue leyendo