Cuentos infantiles cortos escritos por: Ana Barchukderodriguez.
Sobre una piedra está una rana con sus ojos cubiertos de lágrimas.
Un aguacil que vive en la totora vecina le pregunta:
– ¿Qué te pasa ranita?¿Por qué estas llorando?–
Cuentos Infantiles CortosCuentos Cortos InfantilesEduca contando CUENTOS a los niños |
Cuentos Infantiles CortosCuentos Cortos InfantilesEduca contando CUENTOS a los niños |
Cuentos infantiles cortos escritos por: Ana Barchukderodriguez.
Sobre una piedra está una rana con sus ojos cubiertos de lágrimas.
Un aguacil que vive en la totora vecina le pregunta:
– ¿Qué te pasa ranita?¿Por qué estas llorando?–
En un lugar de la Tierra llamado África, vivía un niño llamado Jambó. Desde muy pequeño Jambo había aprendido los cantos mágicos de su abuelo y maestro, Abú.
Contaba la leyenda, que cuando el maestro Abú subía a la montaña y cantaba a los dioses la canción «Que llueva que llueva«, conseguía que durante unas horas estuviera lloviendo en todo el continente africano.
A Jambó le habían explicado desde muy pequeño que en el lugar en que vivía él y toda su familia, era un lugar muy seco ya que llovía muy poco, y por eso había sequía, y muy poca agua. Así que desde muy pequeño Jambó supo lo importante que era cuidar el agua y no derrocharla.
Un día, Jambó iba paseando por medio del desierto y se encontró con una lagartija de color amarillo, ya que estaba camuflada, pues apenas se distinguía del suelo. Esto lo hacían para protegerse de otros animales.
– ¿Qué te pasa lagartija? no tienes buena cara…, le preguntó Jambó con preocupación.
– No puedo moverme de aquí porque no tengo fuerzas, llevo días sin beber ni una gota de agua, este verano está siendo muy duro para mí jovencito.., le respondió la lagartija.
– Yo te llevaré conmigo, intentaremos conseguir algo de agua.
Jambó llevó a la lagartija amarilla a un pequeño charco de agua para que pudiera beber, y después la dejó bajo unos pequeños matorrales donde daba la sombra.
Rápidamente Jambó fue a ver a su abuelo Abú, para decirle que debían de ir a cantar a los dioses a la montaña para que volviera a llover, pues los animales estaban en peligro, ya no quedaba casi agua.
Así que juntos subieron a la montaña y comenzaron a cantar la canción «Que llueva que llueva…». Sigue leyendo
Cuentos para niños escritos por: María Abreu
Había una vez un príncipe que se sentía muy solo y cada tarde salía al jardín de su castillo a escribir poemas sin descubrir que un hada lo miraba todas las tardes escondida detrás de las flores.
El príncipe no se detenía a contemplar la belleza de su jardín porque siempre estaba con la cabeza agachada escribiendo sus lamentaciones.
Un día, aburrido de hacer siempre lo mismo se le ocurrió la idea de cortar todas las plantas y las flores de su jardín para hacer una piscina más grande que la que tenía, así que escogió a cinco de sus siervos para que lo destruyeran.
El hada del jardín cuando vio que los siervos venían a destruir el jardín se puso en contacto con todos los árboles y con todas las flores para que no se dejaran cortar.
En ese instante el jardín cobró vida y mágicamente los árboles empezaron a sacar sus brazos de ramas y dándoles azotes a los siervos los tiraban al suelo.
Las flores se unieron a la batalla y comenzaron a utilizar sus dulces fragancias y sus lindos colores para atraer a los insectos los cuales llegaron por aire y tierra. Y picándoles por todo el cuerpo le produjeron hinchazón en la piel.
Los siervos salieron del jardín corriendo y muy asustados le contaron lo sucedido al príncipe Pablo.
El príncipe sorprendido les explicó que donde hay flores es natural que encuentren insectos, y que las ramas de los árboles se mueven por el viento que sopla.
Pero para salir de dudas envió a otros siervos al jardín para que lo destruyeran. Sigue leyendo
¿Habéis oído hablar de una ardilla que perdió todo su pelo cuando cruzó la carretera del bosque? Pues esa ardilla, es nuestra amiga Piti.
Piti siempre cuenta su historia, de cuando un coche le echó todo el humo del tubo de escape en la cara, al cruzar la carretera. Y a partir de ahí, a Piti se le empezó a caer el pelo poco a poco hasta que se quedó completamente calva.
Al principio, cuando veía que se estaba quedando calva, se horrorizaba y se escondía para que no le viera ninguna de sus amigas…
Pero poco a poco, se fue dando cuenta que sus amigas la querrían igual, calva o con pelo. Así que decidió salir más por el bosque, y además, Sigue leyendo
Había una vez, un bosque con muchos animales en su interior, que vivían felizmente entre los árboles.
Un día, después de muchos años, un grupo de niños y niñas que provenían de la ciudad, colonizaron el bosque, y decidieron vivir allí.
El jefe de los niños era Marcos, un niño muy grande y autoritario. Gloria era amiga de Marcos, pero a veces no estaba de acuerdo con él, porque Marcos era muy radical.
Un buen día, Marcos se despertó y les dijo a todos los niños: «He tenido una gran idea: quiero cortar todos los árboles del bosque para que tengamos más espacio para jugar! ¿Qué os parece?»
Todos los niños gritaron de alegría al oír a Marcos, «Bien!!! podremos jugar a nuestras anchas sin chocarnos con estos feos árboles!!»
Bueno…, todos los niños no se alegraron… Gloria no sabía por qué, pero sentía que Sigue leyendo