Has escuchado alguna vez la historia de Pedrito…? El ave del paraíso que mejor bailaba y cantaba entre todos los pájaros del bosque. Si no te la sabes yo te la voy a contar, pero antes déjame explicarte algo sobre ellas.
Estas aves son una familia de pájaros que existe desde hace muchísimos años. Viven en las selvas tropicales y bosques nublados y principalmente en los bosques de Australia y Nueva Guinea. Comen frutas y muchos también se alimentan de insectos. Se pasan la mayor parte del tiempo en los árboles y son muy espectaculares por sus colores sorprendentes, sobre todo los machos que además de eso, son todo unos acróbatas, porque realizan ante las hembras una curiosa danza para impresionarlas, y fabrican unas casitas preciosas para ellas, decoradas cuidadosamente con materiales blandos que van encontrando por todo el bosque.
Pedrito era una de estas aves. Vivía con su mamá en el árbol más alto del bosque y más profundo del mundo, en una casita muy linda hecha de hojas de helecho, fabricada por su padre antes de morir. Pedrito era un pajarito muy presumido y vanidoso, pero además, solo pensaba en bailar y cantar. La mamá siempre le decía…
– Pedrito hijo…, deja un poco el baile y el canto. Un día querrás tener una familia y debes aprender a hacer tu propio nido , ¿por qué no vas a casa de tu tío Manuel para que te enseñe? –
Pero Pedrito siempre contestaba…
– No hay prisa mamá, ya tendré tiempo. Cantar y bailar es muy lindo, además, es lo que gusta a las hembras en estos tiempos. Los nidos son bien fáciles de hacer y no necesito que nadie me enseñe.
Y así Pedrito se pasaba todo el día, bailando aquí, bailando allá, de rama en rama cantando aquí y cantando allá.
Un día se mudó al bosque un ave del paraíso muy linda llamada María. Nada mas verla, Pedrito se enamoró. Entonces comenzó un verdadero tormento para él porque intentaba llamar su atención bailándole y cantándole, de mil formas distintas. Pero era muy difícil impresionar a María.
Pedrito muy triste, ya no sabía que hacer. Ya no bailaba ni aquí ni allí.. Sigue leyendo