Era primavera, y como es típico en esta época del año, las hormigas salen de sus correspondientes hormigueros en busca de comida para almacenarla para el invierno.
Precisamente, Tip, una hormiga con tan solo unos días de vida, se preguntaba: «¿y por qué tenemos que recolectar comida en primavera y en verano para comerla en invierno?«. Por más que la hormiga Tip, intentaba buscar una respuesta, no conseguía encontrarla, pues aún no había salido del hormiguero y tampoco se había relacionado con ninguna otra hormiga, que pudiera resolverle su duda.
Después de una jornada de duro trabajo, la mamá de Tip regresó al hormiguero y no le dio tiempo a entrar a su casa, cuando Tip salió corriendo a la puerta preguntando: «Mamá, ¿por qué tienes que recoger ahora comida para el invierno?«. Entonces, la mamá de Tip, tranquilamente entró en su casa, se sentó en sofá y le dijo: «hijo, recogemos comida en esta época del año, porque nosotras las hormigas no podemos salir al exterior, pues hace mucho frío, llueve e incluso nieva. Si alguna de nosotras sale en invierno, correrá un grave peligro.»
A lo que Tip, le contestó:»Entonces… la lluvia, el frío y la nieve, ¿son malos?«.
«Claro que no Tip, de hecho son necesarios para nuestra vida, pero imagínate que llueve mucho, pues si salimos podemos morir ahogadas, porque somos tan pequeñas que una gota de agua, podría matarnos«, le respondió su mamá.
Tip, era una hormiga muy curiosa, y tras saber la razón por la que trabajaban tan duro en primavera y verano, recolectando comida para el largo invierno, empezó a pensar cómo sería la lluvia o la nieve, así que decidió esperar a las primeras lluvias de Otoño, para comprobar con sus propios ojos, lo que le había contado su mamá.
Era un día de Otoño, bastate frío y lluvioso. Así que, Tip decidió que era el día de salir por primera vez al exterior, y saber cómo era la lluvia. Tip, esperó a que su madre se fuera de casa a tomar un té con unas amigas hormigas, y entonces, salió de su casa en dirección a la salida del hormiguero.
Tip, era muy pequeño todavía y no conocía los peligros a los que se podría enfrentar, y aunque dentro de él, había algo que le decía que desobedecer a su mamá no estaba bien, salió de casa. Según se iba acercando a la salida del hormiguero, escuchaba un ruido más y más fuerte, que no sabía qué podía ser, y cada vez tenía más curiosidad por salir y conocer a la lluvia.
De repente, cuando estaba a punto de salir al exterior, una hormiga guardián se interpuso en su camino, y le dijo: «¿Dónde crees que vas pequeño?, no ves que está lloviendo…«. Tip, se quedó paralizado, pues no se esperaba que le detuvieran justo cuando estaba a punto de descubrir lo que era la lluvia… Sigue leyendo →