¡TUTTI FRUTTI!

Cuento Infantil para niños, escrito por: Ulica Tizaber

– «¿A qué saben los helados más ricos del mundo entero?», – le preguntó Piluca a Tinoco.
– «¡A tutti frutti!», – le contestó Tinoco.

Era verano y todos los niños de la urbanización esperaban el momento de la tarde en el que sus

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padres les deleitaban con un gran helado de cucurucho de diferentes sabores. Unos niños eran muy clásicos y tomaban el helado de chocolate y vainilla, otros de menta y limón, de pistacho, de leche merengada, y dos de ellos, Piluca y Tinoco, lo tomaban siempre de tutti frutti.

La receta del tutti frutti era un secreto en esa heladería, aunque por el nombre del helado se podía intuir de qué estaba hecho, el sabor era un auténtico misterio, sabía a frutas, pero no se sabía a cuales.

Un día, todos los niños quisieron probar el helado de tutti frutti, y Rita, la heladera se quedó sin ningún recipiente para el día siguiente, tendría que elaborar más esa noche. Los niños se enteraron del trabajo de Rita, y se escondieron dentro de la heladería cuando ésta ya había cerrado el local.

Muy callados y atentos observaban los pasos que Rita iba dando. Ya tenía la leche mezclada con el azúcar en un gran recipiente, y dijo sonriendo:

– «Ahora empieza el festival de color y sabor, ¡que vivan las frutas!».

En pequeños envases por separado comenzó a batir sandía, melón, plátano, melocotón, uvas, pera, manzana, naranja, mandarina, cerezas, níspero, mango, kiwi, fresas, pomelo, piña, ciruelas, moras, y un ingrediente que a todos los niños sorprendió, aguacate. Todos esos purés de frutas los mezcló con la leche y el azúcar, removió muy bien hasta conseguir el color rosado de su helado de tutti frutti, y metió el gran recipiente en el congelador.

¡Habían descubierto la receta secreta de Rita!.

Al día siguiente, los niños muy emocionados iban a la heladería con una sonrisa dibujada en la cara que Rita no sabía como interpretar.

– «Estarán contentos porque están de vacaciones», – pensó Rita.

Cuando Tinoco y Piluca pidieron su helado de tutti frutti, lo pidieron sin ilusión, y la heladera les preguntó:

– «Los demás niños están muy contentos, y vosotros así de tristones, ¿qué habéis averiguado?».

Por la pregunta de Rita, Piluca y Tinoco sabían que la heladera sabía que todos conocían la receta secreta de su helado estrella. No sabían qué cara poner, Rita les había descubierto, se sonrojaron y Rita les dijo:

– «La receta del tutti frutti nunca ha sido un secreto, siempre la he hecho con todas las frutas que conozco, así que no os preocupéis porque no me he enfadado. Al contrario, estoy mucho más contenta porque gracias a vosotros y a vuestra pasión por el sabor del tutti frutti, todos los demás niños sólo quieren tomar ese helado, y es buenísimo para la salud».

Tinoco y Piluca se quedaron tranquilos, Rita era una gran persona que sabía hacer riquísimos helados de tutti frutti, y sobretodo se sintieron muy contentos por haber colaborado en que a todos los niños les gustaran las frutas.

FIN

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