PEDRO Y EL ALBARICOQUE

Cuento Infantil para niños, escrito por: Melicelta

Pedro era un niño de cinco años, que no le gustaba nada los albaricoques, siempre que podía huía de esa temible fruta y se comía rápidamente una gelatina o un yogur.

En el recreo a la hora de comer, su madre siempre le colaba la fruta en el merendero, puesto que

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el albaricoque es una fruta muy sana y con vitaminas que le permitirá a Pedro crecer y ser un niño sano para toda su vida, pero al pobre Pedro le desagradaba mucho su sabor, así que cuando menos le miraban, Pedro tiraba a fruta a la basura.

Furiosa su pobre madre le regañaba por no apreciar esa fantastica fruta y tirarla habiendo tantos niños que no lo pueden comer y el sí.
Pedro se fue a la cama triste y con mucho sueño. Se metió en la cama y durmió profundamente y sonreía por el bonito sueño que estaba teniendo.

En sus sueños empezó a ver colorines por todos lados, una espiral enorme que le transportaba a un mundo imaginario de los niños donde pueden conocer todo aquello que en el mundo de los adultos no pueden ver.

Abrió sus maravillosos ojos y se encontró en un mundo rodeado de fruta y sus habitantes eran frutas que podían hablar, jugar y a trabajar con los humanos.

Pedro comenzó a pasear por la calle admirando lo que veía sus infantiles ojos y se encontraba con un grupo de frutas pequeñas, más o menos de su edad, jugando y riendo entre ellos. El pequeño Pedro quería jugar con ellos, pero por ser diferente le gritan y le decían que no querían jugar con él y le decían:

– Fuera, no te queremos aquí, fuera, no eres una fruta como nosotros.

Pedro casi llorando se fue a un rincón, pero de repente alguien le tocó el hombro cariñosamente y le dijo:

– No llores por lo que te dijeron esos chicos, no merece la pena, ni siquiera te conocen.

Pedro asombrado vio que era un albaricoque.

– Bueno niño ¿como te llamas?, yo soy albaricoquito, ¿y tu?

– Me llamo Pedro y tengo cinco años, ¿quieres jugar conmigo al pilla pilla?
– Claro que sí, juguemos y después te dejaré mis coches para jugar a las carreras.

Pedro y albaricoquito jugaron durante horas y rieron de lo divertido que eran las carreras de coches y contarse chistes el uno al otro.

Pero pedro escuchó a su madre llamarlo se despertó sobresaltado, pero su madre lo tranquilizó tocándole la frente con cuidado.

– ¡Mama, mama! – Grito Pedro.
– ¿Que te pasa hijo? – pregunto su madre preocupada.

– He soñado que tenía un amigo albaricoque y que me lo pasaba genial con él, era muy bueno conmigo.

– Vaya cariño, así que ahora te gustan los albaricoques por lo que veo.

– Sí mama, desde ahora en adelante comeré albaricoques por lo buenos que han sido conmigo. Y creceré sano y fuerte, ya lo verás.

A partir de ese día Pedro comía los albaricoques que le ponía su madre y le gustó para siempre.

Esto cuento ha acabado y felices se han quedado!

FIN

– Moraleja del cuento: No hay que desconfiar de las frutas, puesto que son buenos alimentos para nosotros y sobre todo los niños.

– Valores del cuento: La amistad, obedecer a los padres y tener una buena alimentacion.

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2 pensamientos en “PEDRO Y EL ALBARICOQUE

  1. mari carmen

    Me interesa saberme un cuento para los niños a la hora de comer. Me llamaron para hacer una sustitucion en el comedor de una escuela, creo que hay niños que no saben o no quieren comer,tienen entre tres y ocho años, me encantaria saber como actuar con los niños en esos momentos y por ello pense en los cuentos,si me pueden qyudar hacer lo mejor posible el trabajo les quedo muy agradecida de antemano, QUE DIOS LES BENDIGA.

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