Cuento Corto para niños y niñas, creado por: Maarcelo Satan
– «Si yo tuviera un hada madrina…»
Yo me pregunté mucho este caso y soñaba que tenía un hada madrina que vino a mí porque era un chico con muchos problemas en los estudios y en casa, de pronto estaba viendo la estrellas y pedí un deseo de soluciones a mis problemas, entonces de inmediato apareció delante de mis ojos una hermosa joven con unos ojos rojos y cabello largo color negro, con alas inmensas que brotaban plumas celestiales le pregunté:
– «¿Quién eres?»
Ella me sonrió y me dijo:
– «Soy tu ángel guardián, mi nombre es muy extenso como una estrella, si quieres llámame madrina»
– «¿Pero por que ese nombre?» – Le pregunté interesado.
Ella sonrió otra vez y me dijo. – «Yo nací cuando naciste, al darte un nombre tus padres se me dio la misión de cuidarte desde las estrellas y mi nombre es la estrella de donde nací, es decir, yo soy esa estrella».
Me quedé mudo por diez segundos y le dijo:
– «Entonces viniste porque pedía a las estrellas que me quitaran estos problemas que cargo encima».
Le respondió: – «Sí, vine porque tus ruegos los escuché. Vi en tu corazón la fe que me permite estar aquí, lo que me sorprende, nadie en mucho tiempo había tenido tanta fe en un deseo».
Entonces en la mente del chico pensó: – «Es maravilloso, ya no tendré más problemas».
Pero entonces ella le interrumpió diciendo: – «No, no, no pienses que yo puedo hacer algo así».
Se acercó al chico y le dijo: – «Yo seré el motivo para que arregles tus problemas».
Dio un beso al chico y desapareció, quedándose inconsciente esa noche.
Despertando pensé que solo era un sueño pero de pronto me sentí diferente, más animado, alegre y con deseos de caminar. Pasó casi 2 años, todo era tranquilidad, no tenía más problemas. Cayó la noche y no podía recordar los problemas que tenía antes de ser feliz, de pronto mi cuerpo brillaba, salió ella como una luz pequeña pura y dijo:
– «Tus problemas ya no existen, regresaré a mi mundo. Adiós».
Yo triste le dije: – «Gracias a ti mi felicidad brilla como tú, muchas gracias».
Ahora ya no tengo tristezas y si me siento solo, veo las estrellas y se me pasa.
FIN
– Moraleja del cuento: aunque vivamos llenos de problemas solo con la chispa de alegría que nos puede proporcionar una persona o nosotros mismos, podemos olvidarnos de los problema y amar a la vida otra vez.
– Valores del cuento: el amor, alegría.
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estuvo coooool