ELENITA

Cuento Corto para niños y niñas; escrito por: Remedios

Elenita estaba muy contenta. Margery, la amiga de su mamá, había venido de vacaciones a casa y pasaría dos semanas con ellos.

Elenita era bastante presumida y se había puesto a conjunto con su vestido, un collar de perlas rosas y dos pulseras.

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Margery le había dado un beso y había dicho algo muy raro:

– «Oh, you look really beautiful!» – Pero después le dijo, con un acento extraño para Elenita:

– «Tú estás muy guapa».

La mamá de Elenita le explicó:

– «Cariño, mi amiga Margery dormirá contigo en la otra cama de tu habitación, pórtate bien y sé buena».

Elenita contestó: – «Claro mamá, tu amiga es muy sinpática y me cae muy bien».

Cuando llegó la noche y todos se retiraron a dormir Elenita vió que Margery se ponía crema en la cara antes de ir a dormir. Ella le preguntó para qué era esa crema y Margery le explicó que era una crema para nutrir e hidratar la piel y que aunque era un poco cara ella la usaba para mantener su piel más sana y bonita.

A la mañana siguiente, cuando todos estaban desayunando, Elenita salió de su habitación, las caras de papá, mamá y Margery cambiaron de repente al mirar a la niña. Elenita no comprendía porqué todos tenían esa cara de sorpresa. Los ojos de ellos estaban totalmente abiertos y también sus bocas dibujaban una sonrisa contenida.

¿Qué estaría ocurriendo? ¿Por qué la miraban así?.

Papá rompió el silencio con una pregunta:

– «¿Elenita, qué has hecho?»

La niña en la oscuridad de su habitación había aprovechado que no estaba Margery y se había puesto crema en su cara y manos.

¿Pero… qué estaba pasando? ¿Por qué ellos sabían lo que ella había hecho en secreto? ¿debería ella decirles la verdad, o decirles una mentira?

Elenita se arrepintió de lo que había hecho y confesó:

– «Es que yo…» – A la vez que se disculpaba, miraba sus manos. – » Me puse crema en mis manos… y…»

– «Tus manos están negras y la cara también». – Dijo su mamá.

– «Pequeña», – interrumpió Margery, – «has confundido la cajita de la crema para los zapatos con la cajita de crema para la cara».

– «Elenita» – continuó mamá, – «cuando necesitamos o deseamos alguna cosa de alguien, debemos pedir permiso para usarla ¿vale, cariño?».

– «Si mamá», – respondió Elenita, – «hoy he aprendido la lección de pedir permiso y de ser honesta».

FIN

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Valoración del cuento
  • Redacción
  • Historia
  • Enseña Valores
  • Educativo

Resumen

Cuento Infantil de una niña que se fijó de lo que hacía una amiga de mamá y en lugar de untarse crema en la cara se dio crema de calzado. Todos rieron.

3.3
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