Cuento los patos del lago

EL PATITO NOA

Cuento Infantil para niños, escrito por: Lucía Díaz

Había una vez, un patito que se llamaba Noa.

Noa vivía en una granja rodeada de animales. Allí había otros animales parecidos a Noa, como los pollitos y sus mamás gallinas. Había un cerdo gigante, que era la mamá de algunos cerdos pequeñitos. Había una cabra que todos los días despertaba a Noa dando saltos y patadas. También había una vaca, ¡esta sí que era grande! ¡Y muchos caballos! Noa vivía rodeada de animales, pero a veces se ponía triste porque nunca querían jugar con ella.

A Noa le gustaba estar con sus dueños, Ana y Tomás. Ana le daba la comida en el pico y ¡Noa sonreía tanto que se le caía!

Cuento los patos del lago

 

Después de comer, Tomás se acercaba y le hacía cosquillitas en las alas.

Uno día, Ana llegó a la granja con otro patito, Santiago. Todos se acercaron, Santiago enseguida se fue a jugar con ellos. Por la noche, Santiago volvió a su cama y empezó a hablar con Noa porque quería conocerla.

Noa estaba muy triste porque creía que Santiago tampoco iba a ser su amigo, pero se equivocaba. A Santiago le gustaba estar con todos los animales, jugar, hablar con ellos y escuchar sus aventuras.

Por la mañana salieron a pasear. Fueron a visitar a los conejos, pero estos echaron a correr tan rápido que enseguida los perdieron de vista. Iban a preguntarle a los cerditos, pero justo en ese momento llegó Tomás.

– «¡Justo a tiempo!» – dijo.

Tomás cogió a Noa y a Santiago, los llevó a su casa y los metió en una olla con agua calentita.

Noa estaba muy triste porque en la granja nadie le quería. Pensaba que Ana era su única amiga, ¡le había preparado un baño!.

Santiago se preguntaba qué hacían ahí si ellos ya tenían un estanque para bañarse en la granja. Noa cerró los ojos y se puso a dormir.
Santiago empezó a observar a su alrededor. Tomás estaba cocinando, cortaba cebollas y zanahorias. ¡Tomás quería comérselos!. Santiago intentó despertar a Noa para decírselo.

– «Noa, ¡Tomás nos quiere comer!».
– «¡Qué tontería!»- Contestó Noa sin abrir los ojos.

Tomás echó las zanahorias a la olla, ahora estaba claro. Santiago empujó a Noa para despertarla pero Noa le dijo que le dejara y se sentó tan fuerte que Santiago no podía moverla. Santiago saltó de la olla e intentó empujarla con todas sus fuerzas, pero pesaba demasiado, se escondió detrás de un delantal y salió de la casa corriendo. Noa estaba cada vez más calentita y se quedó completamente dormida.

Santiago llegó corriendo a la granja, contó a los animales lo que había pasado y pidió ayuda para Noa.

– «¡Noa sigue allí! ¡Se ha quedado dormida en la olla! ¡Tenemos que salvarla!».

Los animales no mostraron mucha simpatía.

– «Noa no es nuestro amiga» – dijo la cerdita.
– «¿Cómo podéis decir eso? Noa siempre está triste porque no queréis jugar con ella, por eso se ha quedado en la olla».

Los bebés cerditos se pusieron a llorar. Ellos siempre querían jugar con Noa pero era su mamá la que no les dejaba. Lloraban tanto que los animales cambiaron de idea.

La vaca, la cabra, el caballo y Santiago fueron a salvar a Noa. El caballo se quedó junto a la puerta de la cocina, la vaca se asomó por una ventana, Ana y Tomás se asustaron mucho al verla y fueron a ver qué le pasaba. La cabra y Santiago entraron a la cocina.

– «Noa, hemos venido a rescatarte, ¡te van a comer!».

Noa casi no podía moverse. El agua estaba tan caliente que le dolían las alas. Santiago le contó que todos los animales querían salvarla.

– «Pero no puedo salir, ¡me duelen mucho las alas!» – gritaba Noa.

Entonces, la cabra se acercó de un salto y le pegó una patada a la olla, Noa cayó al suelo. La cabra le cogió con la boca, la montó en el caballo con Santiago y echaron a correr.

En la granja contaron toda la verdad y los animales se escaparon para vivir en el bosque. Noa se acercó para dar las gracias. Les explicó que se sentía muy sola y que quería estar siempre con ellos porque eran los únicos que habían estado con ella desde que nació.

FIN

– Moraleja del cuento: Es necesario ayudar a todo el mundo, sean amigos o no, todos necesitan la ayuda de alguien alguna vez y su agradecimiento puede servir de puente para comenzar una bonita amistad.

El trabajo en equipo es más fuerte que el trabajo en solitario y puede ayudar a todo el mundo, no sólo a quien se pretende ayudar.

– Valores del cuento: Amistad. Cooperación.

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Resumen

Cuento Infantil de un patito que se sentía solo y con pocos amigos. Le quisieron cocinar y todos los animales le ayudaron a escapar y se hicieron amigos.

4.5
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