EL PAJARO EN EL HOMBRO

Cuento Infantil para niños, escrito por: Gustavo Eduardo Napolitano (Argentino)

Se abrieron las puertas del tren y subimos todos rápido. Yo me senté junto a un hombre en el primer asiento cercano a la puerta. Después de un rato el pasillo se llenó de gente. Pasó el tiempo y cuando miro hacia arriba, entre el ventilador y el techo,había un pájaro, un poco mas grande

cuentos cortos - la pajarita de la nieve

que una calandria y mas chico que un chimango.

Se me ocurre hacerle una seña con la mano y el pájaro baja del ventilador para posarse en mi mano.
El señor que estaba a mi derecha sentado, se sorprendió y también se puso un poco celoso porque el pájaro vino conmigo y no con él. Me sentí ser el protector de esa ave, no sé porque, pero así fue.

El señor de mi derecha me hablaba y de repente veo la hora, eran las 10.33. Tuve un sentimiento de inseguridad, cuando me di cuenta que al colegio tenía que entrar a las 8.00 h, y ya esa hora había pasado hacía bastante tiempo.

Después me acordé que había ido a donar sangre, y era por eso que al colegio podía llegar más tarde.
Como estaba sentado de espaldas al sentido que caminaba el tren, las estaciones no las veía, por eso, en un momento pregunté:

– ¿Cuanto falta para Coghlan?

El señor que estaba sentado junto a mí se miró con el otro señor que estaba parado en el pasillo, agarrado al barandal del asiento delante de mí. No se como hicieron, pero entre los dos llamaron al guarda, quien vino rápido a estar entre nosotros, hablando y diciendo:

– Este tren va hasta Retiro, estamos en España, este tren no va a Coghlan, es un tren rápido que llegará en 2.30 horas más.

Me quedé helado cuando me di cuenta que ese tren no era el mío, y que estaba en España!!
El guarda me pregunta si yo sabía que ese tren era rápido y creyendo en todo lo que yo le decía nunca me pidió el billete. Eso me dio a desconfiar un poco de esa situación.

Ese día, tenía prueba de castellano con el profesor Campillo, en el colegio Guadalupe….
A todo esto, el pájaro seguía en mi mano sin querer moverse de mi lado.
En la estación siguiente, no se porqué me bajé, creyendo que así iba a llegar más rápido al colegio. Sólo pensaba en que tenía que llegar a la prueba de castellano. Cuando me bajó, camino unas cuadras y me detengo en un bar restaurante, donde una señora estaba en la puerta hablando con el dueño del bar. Les pregunto si sabían como llegar al colegio Guadalupe, y los dos se quedan quietos, con una expresión de sorpresa.

Empiezo a sentirme incómodo, veo a los alrededores y de repente, cuando bajo la vista; veo que estaba solamente con una ropa interior blanca, sin el uniforme, sin los libros, eso sí, el pájaro seguía en mi mano….

Me dieron ganas de llorar y ante mi estado la señora me dijo que no me preocupara, mientras le pedía al dueño del bar que fuera a buscar a un policía para contarle que yo estaba ahí, así nos podría ayudar.
La señora tenía una bicicleta antigua, tipo inglesa, negra con un timbre grande plateado. Me dijo:

– Espérame aquí, que voy a buscarte algo para que no tengas frío.

En ese momento viene otra mujer, agarra la bicicleta y se la lleva, sin darme tiempo a avisarle a la dueña que se la estaban robando. Cuando volvió la señora no le dio importancia a lo de la bicicleta, sólo me puso una manta en los hombros mientras esperábamos al dueño del bar, que volvía con el policía.

Sentía que estaba cansado y tenía sueño, ahí me di cuenta que había pasado bastante tiempo y que como yo, el pájaro tampoco había comido. Le dije a la señora que si podía darle algo de comer, porque desde que se posó en mi mano el pájaro no quiso dejarme y desde ese momento no había comido.

Me angustié por él y me puse a llorar, la señora también lloró.
En un momento, la calle se llenó de gente, parecía un día de fiesta. Mirando hacia la esquina, esperaba ver al dueño del bar con el policía, en cambio vi como venían a paso redoblado y doble fila un grupo de policías, y mucha gente festejando algo, como si fuese un mundial de fútbol.
Pensé que entre ellos venía el dueño del bar…. Cuando me di cuenta que solo eran policías y el dueño del bar no estaba, me largué a llorar mas fuerte, ya que estaba sensible por lo del pájaro. Esa situación hizo que mi llanto fuese mas intenso.

Quería irme de ahí, así lo hice, cuando caminé unos pasos vi que el señor del bar venía con un policía joven y rubio, al cual le había contado de mí. Ahí me abracé a la cintura del dueño del bar y le di las gracias pensando que el policía ahora me podía ayudar llamando a mis padres y llevarme al colegio.

En la comisaría me dan ropa y me presentan a una señora, la cual me haría unas preguntas hasta que llegara mi papá.
Mi mamá se había ido a Punta del Este con mis tías, por eso no la pudieron encontrar en el teléfono de mi casa.

La señora de la comisaría se llamaba Liliana, me dijo que le cuente todo y ella con mi relato podía hacer un informe para sus jefes. Yo le conté todo desde el tren, el colegio y la prueba de castellano, etc. En un momento ella me pregunta la edad que tenía y yo le dije 14 años. Que estaba en el Dolegio Guadalupe y tenía prueba de castellano con mi profesor Campillo. El tema era la poesía «La Rosa» , que en ese momento sólo podía recordar:

– Abierta en el mediodía es dura como el coral, el rocío lo la toca porque se teme quemar…. en la raya de lo oscuro se comienza a deshojar. 

Cuando termino el café con leche que me dio la señora Liliana le pregunto por el pájaro y ella me dice que lo pusieron en una jaula, para que pudiera comer. Yo le dije que ese pájaro no era de jaula, que a parte de no comer se iba a morir.
Ella me dijo que no me preocupara porque lo vio comer pan con leche y en un rato me lo iba a traer para que estuviera en mi mano, donde él quería estar.

Me quedé más tranquilo, quise levantarme de la silla donde estaba sentado y así lo hice, cuando de repente veo que frente a mí había un espejo y reflejado en él un hombre de 50 años y junto a él una señora, una mesa una silla y una puerta que se estaba abriendo, dando paso a un policía que traía una jaula con el pájaro que quería seguir posado en mi mano …

FIN

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