Cuento Infantil para niños, escrito por: Delsy Janet Quispe
Había una vez una niña muy alegre llamada Donatila, ella tenia ocho años y vivía con sus padres, su hermano menor llamado Julio y su niñera.
Los dos hermanos estaban muy unidos y siempre se divertían haciendo sus travesuras. Sus padres pasaban todo el día trabajando y los niños después de la escuela se quedaban solos con la niñera hasta la seis de la tarde que regresaban sus padres del trabajo.
– Mañana será el cumpleaños de mamá y tenemos que prepararle una sorpresa. – Dijo Donatila.
– ¡Una sorpresa!. – Dijo Julio. – ¿Y que vamos hacer?.
– No se, déjame pensar…, tiene que ser una sorpresa muy linda que podamos hacer.
Después de pensar unos minutos dijo:
– ¿Y se le prepararemos un rico pastel?.
– ¿Pero tú sabes hacer pastel?. Preguntó Julio.
– Bueno yo creo que sí, o le decimos a Maria que nos ayude y listo.
A Maria le importaba poco los niños y se pasaba todo el día en el teléfono, no le importaba si los niños comían o no, y no le importaba si hacían sus deberes, ella lo único que le importaba era estar siempre conversando con los amigos y algunas veces con su novio.
Los niños se dirigieron a la cocina para ver donde estaba el recetario para comenzar a preparar la torta. Subió y tambaleándose en un banquillo para buscar el libro de recetas.
– No lo encuentro Julio, ¿donde estará?. – Pregunto Donatila.
– Busca bien.
– Espera, ya lo encontré.
– Debemos buscar un tazón.
Y empezaron su hazaña:
– Alcánzame la mantequilla.
Y se fue Julio, trajo la mantequilla, el azúcar también.
– ¡Pesa mucho!. – Dijo Julio.
– Con cuidado Julio, estas botando. – Dijo Donatila.
– Y no te olvides de los huevos.
De repente a Julio se le cayeron dos huevo al suelo.
– ¡Que haces Julio! Mira por donde caminas.
Y el niño sonrió y continuo llevando más huevos. Comenzaron a hacer un disturbio y un desorden total en la cocina, y ensuciando todo. Ellos muy felices haciendo la torta de mamá.
Pero Maria ni siquiera se preocupaba por lo que los niños estaban haciendo y ella seguía en el teléfono. Cuando de repente se dio cuenta que las horas habían pasado y casi era hora que llegaran los padres. A continuación escuchó un ruido muy fuerte en la cocina, era que Julio se había resbalado y golpeado en la cocina, empezó a llorar y Maria se asustó. Corrió a ver que le pasaba y Julio se había roto su brazo. Donatila estaba muy asustada porque sería su culpa por haber dicho a su hermano que le ayudara, ella lloraba del susto.
Maria no sabia que hacer y pensó que tenía que llevar al niño al medico, de repente sus padres llegaron y se asustaron mucho al ver lo que ocurría. Maria le explicó lo que había ocurrido y lo llevaron al hospital. Le curaron su brazo y de regreso a casa los padres vieron todo el desorden que sus hijos habían hecho.
Donatila le contó a sus padres que ella quería hacer un pastel por su cumpleaños y su madre le dijo:
– ¿Por qué no le pediste ayuda a Maria?
– Es que ella estaba hablando con su novio por el teléfono y no quería molestarla. – Dijo Donatila.
Los padres de Donatila le despidieron inmediatamente y su madre abrazó muy fuerte a sus hijos, y les dio las gracias por querer darle una sorpresa.
– Yo les pido perdón por no cuidarlos, les prometo que no los dejaré solos. Para mi vosotros sois los más importante y os los voy a demostrar.
Después de limpiar toda la cocina con ayuda de los niños, su papá trajo un pastel muy lindo para celebrar el cumpleaños de mamá. Se divirtieron mucho, Donatila y Julio volvieron hacer los hermanos mas felices.
FIN
– Moraleja del cuento: Lo más importante son nuestros hijos.
– Valores del cuento: El amor, el perdón, y sobre todo la compresión.
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