CRUCRU, LA RANA INVESTIGADORA

Cuento Corto para niños/as; creado por: Ulica Tizaber

Crucru era de color azul con algunas manchitas de color azul más oscuro en las patas delanteras y traseras. Era una rana muy aplicada, se pasaba el día investigando en la charca donde vivía, para ver que tipo de nenúfares tenían mayor estabilidad, y cuáles le podían permitir camuflarse

Cuentos cortos mira quien salta

más eficazmente.

Sus vecinas, las ranas verdes de ojos rojos, le decían:

– «Crucru, no creemos que puedas camuflarte, no hay nenúfares azules ni más estables que los que tenemos en nuestra charca común».

La ranita azul hacía caso omiso a los comentarios de sus vecinos, ya que eran un poco envidiosos, y no querían que Crucru encontrara su nenúfar ideal. Ella seguía en su afán por avanzar en sus conocimientos sobre los anfibios azules, especie de la que se sentía muy orgullosa.

Un día al volver de clase, decidió llevarse la merienda, con permiso de su madre, al nenúfar solitario, así podría pensar con tranquilidad. Era un nenúfar al que ninguna rana quería ir, porque apenas le daba el sol, e infundía sentimientos de tristeza a la que se ponía sobre él.

LLevaba un rato encima, cuando oyó gritos que provenían del centro de la charca, ¡un sapo había irrumpido la paz de su hogar!, iba a acudir para ver si podía ayudar, pero se dio cuenta de que el sapo había pasado muy cerca y no la había visto, fue cuando comenzó a pensar que quizás ese nenúfar era especial.

Para comprobarlo salió de él, y se fue al de al lado, verde con reflejos verdes oscuros, y el sapo se giró y la vio, saltó de nuevo al nenúfar solitario, y cuando el señor sapo estuvo cerca, dijo:

– «Acabo de ver una rana azul para molestarla un rato, y ya se ha escondido. Seguro que está buceando«.

El sapo se introdujo en el agua a buscar a la rana azul, y Crucru estaba feliz en su nenúfar azul. Había descubierto que el nenúfar al que ninguna rana quería subir, era azul, ya que ella quedaba camuflada cuando estaba en él, y además apenas se balanceaba con el movimiento del agua. Era mucho más estable que los verdes.

Lo que no experimentó fue ningún sentimiento triste, y Crucru, contenta por haber llegado al fruto de su investigación, comprendió que la tristeza es algo que se tiene en el interior, y que quien es alegre, por mucho que las situaciones de alrededor sean tristes, siempre se sentirá vital y contento.

FIN

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