Había una vez, un niño llamado Pedrito, que, como todos los demás niños de su ciudad, iba al colegio todos los días.
Un día en el colegio, Pedrito cogió el estuche de su compañero de al lado, Luis, y, sin que éste se diera cuenta, lo guardó en su mochila…
Al cabo de un rato, Luis se enteró de que su estuche ya no estaba, y empezó a buscarlo por toda la clase. Como no lo encontró, se lo dijo a su profesor.
El profesor, indignado, preguntó a toda la clase: «¿Alguien ha visto el estuche de Luis?«, pero nadie contestó, así que le dijo a Luis: «No te preocupes, lo encontraremos…»
Pero no lo encontraron…
Otro día, Pedrito volvió a hacer de las suyas, y cogió un libro de cuentos de la mochila de María, otra compañera de clase.
Cuando el profesor se enteró, empezó a sospechar que algo raro estaba pasando, y se puso alerta para ver si alguien estaba robando en la clase.
Un día, mientras Pedrito jugaba en el patio con su mochila a cuestas, se le abrió la mochila por accidente, y cayeron al suelo el estuche de Luis y el libro de cuentos de María.
El profesor se dio cuenta, y castigó duramente a Luis por ladrón: le dejó sin recreo durante todo el curso, y sus padres también le castigaron sin postre durante todo un año.
Pero la historia no acaba aquí, Sigue leyendo →