Cuentos de Sinceridad

Cuentos infantiles con la sinceridad como principal valor humano. Estos cuentos transmiten a los niños el valor de ser sinceros. Cuentos de sinceridad infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de sinceridad y verdad a los niños. Cuentos de sinceridad que estimularán el lado más sincero de los niños.

Cuentos de Sinceridad:

2 CLASES DE JUSTICIAS

Estaba un filósofo griego dando un paseo por el bosque cuando vio a lo lejos 2 mujeres de una estatura enorme.

El filósofo se escondió tras unos matorrales pues tenía miedo. Estando allí escondido, aparecieron de pronto los 2 hijos del rey. A uno de ellos le faltaba una oreja y sangraba abundantemente. Éste se dirigió a las mujeres y les dijo:

– ¡Quiero Justicia! Este desagradecido, que es mi hermano, me acaba de cortar una oreja. Quiero que pague por lo que ha hecho.

Una de las mujeres le respondió:

– ¿Con cuál de nosotras 2 te quedas para reclamar Justicia?

– ¿Y qué diferencia hay entre vosotras 2?-, respondió el príncipe herido.

La mujer que le había hablado le contestó primero:

– Si me eliges a mi para hacer Justicia averiguaré la causa por la que tu hermano te hizo eso y lograré que se arrepienta de corazón. Para compensar su agravio te fabricará el mejor de los cascos para que cubra tu cicatriz, velará por tu vida en el campo de batalla y será tus oídos durante el resto de sus días.

– ¿Y tú qué me ofreces?-, le preguntó a la otra mujer.

– Si me eliges a mi yo castigaré a tu hermano por la grave afrenta que te ha causado. Pasará un año encerrado en una celda, te recompensar´con 1000 monedas de oro y te concederé la oportunidad si quieres de cortarle las 2 orejas.

El príncipe se tapó la grave herida que tenía en el oído. Le dolía muchísimo. Un gesto de rabia se apoderó de su rostro y optó por lo que le ofrecía la segunda mujer con la salvedad que únicamente le hizo una pequeña herida en una sola de sus orejas.

Los guardias se llevaron detenido a su hermano.

Cuando todos se fueron, el semblante de la segunda mujer se transformó y se convirtió en Ares, el Dios de la Guerra:

– ¡He engañado otra vez a los hombres! Todavía me prefieren a mi antes que a ti. No hay nada como la venganza. Me voy, he prepararme para la gran guerra que se avecinará en 1 año -, le dijo a la verdadera Justicia.

Cuando se fue el Dios de la Guerra, la Justicia se dirigió al filósofo:

– ¿Y tú con quién te habrías quedado? Con el rencor del pasado o con la esperanza y la reconciliación del futuro.

El viejo y sabio filósofo lo tuvo muy claro desde el principio.

Cuento de Pedro Pablo Sacristán

Accede a la tienda, para comprar nuestros productos exclusivos.

 

EL PAJARO Y EL SEÑOR COGOLLO ROJO

Había una vez un pájaro llamado Espino, al que le gustaba mucho revolotear al lado de los cables de la red eléctrica que existen alrededor de muchos pueblos.

Le gustaba estar cerca de los postes de la luz, porque era un sitio donde hacía calorcito, y los pájaros tenían donde posarse.

Cuentos-cortos-el-pajaro-y-el-senor-cogollo-rojo

En los cables, había un extraño elemento rojo, al que los pájaros llamaban «el señor cogollo rojo«. Este extraño cogollo rojo, tenía forma esférica, era blandito y de color rojo como los «pimientos de piquillo». Además, había cogollos rojos distribuidos por todo el cable, lo que llamaba mucho la atención de los pájaros.

Un día, se acercó otro pájaro llamado Lucas, que era un pájaro estafador, y le dijo a Espino: «el cogollo de color rojo es un señor al que tienes que alabar, ya que nos salva, a nosotros los pájaros, de chocarnos contra los cables, que al ser éstos tan finos, no vemos.»

Lucas, tenía razón en una cosa: el señor cogollo rojo avisaba a los pájaros de que allí había un cable, y de esta manera no se chocaban contra él, ya que la visibilidad de un cable en el aire es muy reducida. De hecho los humanos llaman al señor cogollo rojo por el nombre de «salvapájaros«.

Espino, se quedó extrañado de que un trozo de plástico fuera tan poderoso, y no se lo creyó. Pero el pájaro Lucas insistió, y le dijo: «¿ves aquel pájaro muerto en el suelo…?«, señalando a un pájaro desplumado que había tirado bajo el poste de la luz. Y Lucas prosiguió hablando: «Pues ha sido fulminado por el señor cogollo rojo, ya que no le ha guardado respeto suficiente«.

En realidad, el pájaro desplumado que había en el suelo, era un pájaro que había tenido la mala suerte de tocar dos partes del poste de la luz, que estaban cargadas eléctricamente, y se electrocutó. Sigue leyendo

LA PRINCESA SINCERA

Érase una vez una princesa, llamada Tani, que vivía en un castillo muy muy grande.

Los padres de la princesa, es decir, los reyes, querían que se casara con un apuesto caballero, llamado Norman, que les visitaba mucho por un tema de tierras que tenían entre manos, por lo que Tani y Norman se veían mucho.

Sin embargo, ella no le quería, y aunque se llevaba bien con Norman, no le gustaba mucho, ya que Norman era muy fanfarrón.

Un día, la princesa Tani, estaba hablando con Norman de la reestructuración que los reyes iban a hacer en el castillo, y de repente, Norman cambió de tema, y le dijo a Tani: «Tani, me gustas mucho, me gustaría pasar el resto de mi vida contigo..»

La princesa se quedó asustada, pero en vez de decirle un «NO» rotundo, le dijo: «Norman, eres un caballero muy apuesto, pero me gusta ser sincera con todo el mundo, y te voy a decir las cosas que no me gustan de tí: Eres un fanfarrón, ya que te gusta alardear de la ropa que llevas, cuando realmente la ropa no es nada importante en una persona, además escupes en la calle como si no pasara nada y a mí eso me da mucho asco, y por último, no voy a casarme contigo porque mis padres lo digan, yo me casaré con el hombre al que quiera realmente.»

Norman reflexionó mucho sobre lo que había dicho la princesa, y al principio se sintió mal por cómo le veía ella a él, pero luego se alegró de que se lo hubiera dicho, porque las cosas que le había dicho las podía cambiar, no era su personalidad lo que le molestaba, sino los modos en que se comportaba.

Y así, Norman empezó a ensayar el no fanfarronear con la ropa que llevaba, y empezó a sentirse bien vistiendo más humilde. También aprendió a evitar el escupir en la calle para no parecer tosco y desagradable, y también se sintió mejor con esto. Y finalmente, fue a hablar con los reyes, para pedirles que no le hablaran a la princesa Tani de él, y así ella no se sentiría presionada.

Tani y Norman seguían compartiendo momentos juntos, y Tani empezó a darse cuenta Sigue leyendo

SEBASTIAN, EL CARACOL ENAMORADO

Sebastián, era un Caracol muy simpático con todo el mundo, y allá donde iba siempre conseguía hacer reír con su gracia y desparpajo.

Era un día muy soleado y Sebastián, el Caracol, se estaba disponiendo para  salir a dar un paseo por el césped del jardín donde vivía. Pero no era el único que había decidido disfrutar de aquella espléndida mañana, su amiga Luci, una caracol muy guapa e inteligente también se encontraba paseando por el jardín.

Cuento sebastian el caracol enamorado Sigue leyendo