Cuentos de Responsabilidad

Cuentos infantiles con la responsabilidad como principal valor humano. Cuentos de responsabilidad para que los niños aprendan a ser responsables y consecuentes con sus acciones. Cuentos de responsabilidad infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de responsabilidad a los niños. Cuentos de responsabilidad que estimularán el lado más responsable de los niños.

Cuentos de Responsabilidad:

LUIS Y EL HUMO GRIS

Había una vez, un niño de 6 años llamado Luis, que un día de camino para el colegio en el coche de su padre, mirando por la ventanilla, descubrió que se estaba formando una gran masa de humo gris, justo encima del coche.

Luis, algo asustado, empezó a mirar al resto de coches que había en la carretera, para saber si también ellos llevaban encima del coche, una nube de humo gris persiguiéndoles. Para sorpresa de Luis, todos los coches que iban circulando por aquella carretera llevaban encima el humo gris.

 

Cuentos infantiles - Luis y el humo gris

Luis le preguntó a su padre: «Papá, ¿que es esa nube de humo gris que llevan los coches encima?«.

Entonces, el padre de Luis, algo extrañado por la pregunta que le había hecho su hijo, le contestó: «Luis, esa nube de humo gris, es la contaminación«.

– «¿La contaminación? ¿y qué es la contaminación?«, le preguntó Luis, esperando intrigado la respuesta de su papá.

– «Pues la contaminación, por ejemplo, es ese humo gris que puedes ver encima de nuestros coches. Los coches que funcionan con gasolina o gasoil, emiten una serie de gases a la atmósfera que son muy malos para los seres vivos y para el planeta Tierra. Hoy se ve mucho el humo gris porque lleva muchos días sin llover.» le respondió su padre.

Durante un buen rato, Luis estuvo reflexionando sobre lo que acababa de contarle su padre. Y empezó a sacar algunas conclusiones al respecto. Luis pensaba que si el humo gris era malo, y que los coches eran los culpables de que existieran, ¿por qué había siempre tantos coches en la carretera?.

– «Papá, entonces si el humo gris es la contaminación, y va a hacer daño al medio ambiente y a todo el planeta, ¿por qué vamos al colegio en coche?«, le preguntó Luis.

– «Pues hijo, porque para poder llegar a tiempo a mi trabajo, tengo que traerme el coche, en autobús o metro, no nos daría tiempo«, le respondió su padre.

Luis, a partir de ese día, se quedó pensando por qué la gente utilizaba tanto el coche. Así que, como no se quedó satisfecho con la respuesta que le dio su padre, un día en el recreo Sigue leyendo

EL NIÑO DE LAS HAMBURGUESAS

Érase una vez, un niño llamado Paquito de 13 años, al que le gustaba mucho comer hamburguesas con patatas fritas, en restaurantes de comida rápida. Todas las semanas, Paquito y un amigo suyo, Daniel, quedaban para ir juntos a comer a un McDonalds que había en el barrio, una súper hamburguesa con patatas fritas y un refresco.

Cuentos-infantiles-El-nino-de-la-hamburguesa

 

Tanto le gustaban las hamburguesas a Paquito, que durante la semana, no podía parar de pensar en la hamburguesa que se comería el próximo domingo, con su amigo Daniel. Es más, de tanto pensar, un día tuvo un sueño con una hamburguesa

En el sueño de Paquito, aparecía una hamburguesa recién hecha, con el queso gratinándose, y que le decía:»come hamburguesas, estamos riquísimas!!«. Entonces, Paquito cogía a las dos hamburguesas enormes que habían aparecido en su sueño, y se las comía de un bocado. Pero de repente, empezó a sentirse mal, pues había comido demasiado y le dolía la tripa.

El niño, justo antes de despertar de aquel sueño, se miró al espejo y vio que le había salido una barriga tan grande como la de Santa Claus, entonces gritó: «¡¡nooooo!!«.

Entonces, Paquito se despertó sobresaltado de aquel sueño que estaba teniendo y se fue corriendo a mirarse la tripa al espejo del baño. Por suerte, todo había sido un sueño.

Al día siguiente, como todos los domingos, Paquito y Daniel habían quedado en el banco del parque para ir a comer una hamburguesa al McDonalds, pero hoy iba a ocurrir algo inesperado.

Justo cuando estaban a punto de entrar en el local, Paquito se detuvo en la puerta y dijo: «Daniel, yo hoy no quiero comer una hamburguesa, Sigue leyendo