Cuentos de Perseverancia

Cuentos infantiles con la perseverancia como principal valor humano. Los niños aprenderán a ser perseverantes escuchando estos cuentos. Cuentos de perseverancia infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de perseverancia a los niños. Cuentos de perseverancia que estimularán el lado más constante de los niños.

Cuentos de Perseverancia:

ANDER Y LA MAQUINA DEL TIEMPO

Cuenta la leyenda que existía una máquina del tiempo que pertenecía a un viejo científico, llamado Ander. Esta máquina del tiempo, aún no había sido probada, pero Ander presentía que su sueño de viajar al futuro y al pasado, se cumpliría.

Nadie conocía los experimentos que el viejo Ander había hecho con esta máquina, pero él aseguraba que era capaz de viajar al pasado y al futuro, con tan solo meterse dentro de la cabina y teclear el número del año al que quería viajar.

La gente del pueblo donde vivía, pensaban que el viejo científico se había vuelto loco y que estaba perdiendo la cabeza, de hecho alguno decía: «Viajar al futuro, no sabe lo que está diciendo«.

 

Cuentos infantiles - Ander y la maquina del tiempo

Ander, no hacía caso a esos rumores, y mientras ellos se preguntaban si se había vuelto loco, él seguía trabajando en los últimos detalles de la máquina del tiempo.

Desde hacía más de cinco años, el viejo científico, había dedicado todo su tiempo a diseñar y experimentar aparatos que pudieran hacer realidad su sueño, viajar al pasado, pues quería volver a un momento muy especial en su vida, el día en el que su padre le dejó entrar en su laboratorio, para hacer juntos un experimento. Ese día fue muy especial para Ander, pues en ese preciso momento, supo que él quería ser de mayor un gran científico. Sin embargo, todavía no lo había conseguido.

Un día, Ander, que se encontraba trabajando como todos los días en el sótano de su casa, dónde tenía el laboratorio, tubo una idea brillante, «ahora sí, la máquina tendra que funcionar, estoy seguro«, dijo el viejo científico con gran emoción.

Después de revolver entre los cajones de la cocina, encontró lo que buscaba, era un colador metálico que utilizaría de casco… Tras dos horas metido dentro de la máquina, grito: «¡¡¡Terminado!!!, ha llegado el momento de probar la máquina del tiempo«.

Ander cogió su máquina del tiempo, y  la colocó en un carro para llevarla a la plaza del pueblo, dónde había reunido a todos los vecinos. Una vez que estaba todo preparado, dijo: «Queridos amigos, os he reunido aquí, para que asistáis en primicia a la primera prueba de la máquina del tiempo que he diseñado. Es mi sueño, pero si sale mal no perderé la esperanza y seguiré investigando en ella. Gracias a todos por venir«.

Ander se metió dentro de la máquina, se puso el casco colador que le había quitado a su mujer, y tecleo la fecha de 1719, justo 40 años hacia atrás en el tiempo. De repente, la máquina empezó a balancearse de un lado para otro, Sigue leyendo

EL EXAMEN DE JAIMITO

Jaimito era un niño de 11 años, al que le encantaba jugar con su videoconsola al fútbol. Se pasaba horas y horas jugando sin parar.

Jaimito, cuando en el colegio le mandaban los profesores deberes para casa, se encerraba en su habitación para hacerlos, o eso creían sus padres…

Pero un día, llamaron del colegio a la mamá de Jaimito, para que fuera a hablar con su profesor, ya que Jaimito no traía los deberes hechos desde hacía un mes, justo desde el día de su cumpleaños, en el que sus padres le regalaron la videoconsola.

Cuentos-infantiles-El-examen-jaimito

«Buenos días profesora, ¿Qué ha hecho esta vez Jaimito?«, le dijo la mamá de Jaimito.

«Pues que Jaimito lleva un mes sin traer la tarea que le mando para hacer en casa, y últimamente le noto muy despistado en clase, ¿sabe qué le puede pasar?»

Entonces, la mamá de Jaimito se dio cuenta que le había estado mintiendo todo este tiempo, cuando en vez de irse a su habitación a hacer los deberes, se ponía a jugar al juego de fútbol de la videoconsola.

«Sí, ya sé cuál es el problema, y no se preocupe que hablaré con Jaimito«, le respondió a la profesora.

Ya en casa, la mamá de Jaimito esperó a que éste subiera a la habitación para hacer la tarea del colegio, y cuando Jaimito ya estaba en su habitación, de repente, la madre entró sin llamar a la puerta. El susto que se llevó Jaimito, fue tan grande, que se le cayó la videoconsola de las manos y fue a caer a la papelera.

«¿Se puede saber qué haces jugando a la maquinita si se supone que estabas haciendo los deberes?«, le preguntó enfadada su madre a Jaimito.

«Buenooo…yo… Sigue leyendo

EL MAGO DEL PARAGUAS MAGICO

Decía la leyenda, que hace muchos muchos años, existía un mago que siempre había querido volar como los pájaros y sentir la misma sensación que ellos en el aire. Arión, que así se llamaba el mago, deseaba conseguir algún día, poder llegar a volar, así que todos los días nada más levantarse se ponía a trabajar en su laboratorio buscando la fórmula mágica para volar.

Pero un día, cuando el mago se encontraba haciendo sus experimentos, inventando nuevas pócimas, llegó al laboratorio del mago Arión, su gato Triski, que se puso tan contento de ver al mago, que corrió junto a él, tirando al suelo algunas de las pócimas que había elaborado Arión para conseguir volar.

 

Cuentos infantiles - el mago del paraguas magico

El mago se enfadó muchísimo con su gato Triski y le dijo: «Gato malo!! no quiero volver a verte nunca más, vete de mi casa!!» Así que con los ojos tristes, Triski se fue a la calle.

El mago Arión, se quedó recogiendo todo el líquido, de las pócimas que se habían caído al suelo y encima de un paraguas antiguo que conservaba el mago desde que era niño, pues fue un regalo de su abuelo. Nuestro mago no podía creerlo, el paraguas se había manchado y se había convertido  en un paraguas de colores, y dijo: «Este gato, me ha estropeado el paraguas de mi abuelo, está lleno de manchas de colores!»

Pero de repente, cuando Arión el mago estaba a punto de tirar el paraguas a la basura, lo abrió y vio un montón de luces de colores alrededor de su paraguas, y entonces notó como sus pies no estaban tocando tierra, sino que estaban en el aire.

Cuando el mago Arión vió que el paraguas era mágico y que, gracias a que estaba agarrado a él, estaba volando, grito: «¡¡Estoy volando como los pájaros, por fin!!»

El mago Arión, estuvo volando con el paraguas mágico durante toda la tarde de un lugar para otro, disfrutando como nunca antes lo había hecho, pero cuando estaba volando cerca de su casa, vió a su gato Triski, Sigue leyendo

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LA HORMIGA Y EL GRANO

Érase una vez una hormiga llamada Junca, muy trabajadora, que vivía en el hormiguero con el resto de su familia, unas 50.000 hormigas.

Las hormigas cargaban el grano para el invierno en un almacén, y así cuando llegara el frío podrían disponer de alimentos para todas. Pero este año, el grano era de muy pequeño tamaño y era difícil de transportar. Se llegó a una situación de pesimismo en la que, hasta las hormigas más sabias, desconfiaban de que pudieran sobrevivir al invierno.

Mientras tanto, Junca quería cargar más grano, para ayudar aún más a su familia, y comprendió que transmitiendo su optimismo al resto de hormigas, lo conseguirían. Sigue leyendo

JUANILLO, EL NIÑO VELOZ

Había una vez un niño chiquitillo, Juanillo, que tenía un pequeño problema en las piernas, y es que cuando hacia carreras con sus amigos le temblaban las piernas y nunca conseguía ganar.

Él se sentía muy mal y no quería hacer mas carreras con sus amigos porque siempre le ganaban. Entonces un día, un amigo de la clase de al lado le dijo: «¿quieres que te diga como ganar las carreras con tus amigos?», y Juanillo, contestó: «claro que sí, quiero ganar a mis amigos alguna vez».

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Entonces, fueron a la pista de carreras del colegio, y allí el chico de la clase de al lado, le estuvo diciendo trucos para que sus piernas fueran más fuertes y así obtendría más potencia en las carreras. Estuvieron entrenando durante 3 horas, y cada vez, Juanillo veía como, en cada nueva carrera, conseguía mejorar su tiempo.

A las 2 semanas, Juanillo estaba con sus amigos y les propuso hacer una carrera, entonces uno de sus amigos le dijo » pero Juanillo, si tu nunca ganas una carrera!!». Juanillo hizo como si no lo hubiera escuchado nada y fueron a la pista para empezar la competición…

La carrera empezó, y Juanillo puso en práctica todo lo que había aprendido con su amigo mayor de la clase de al lado. Corría y corría tan rápido que ninguno de sus amigos pudo alcanzarlo, y por fin, Juanillo consiguió ganar su primera carrera.

FIN

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