Érase una vez, un hada llamada Rita, que vivía a las afueras de la gran ciudad en una casa que tenía caballos, ovejas, un cerdito, y varios perros pastor.
Al hada Rita le gustaba mucho pasear por el campo, pero tenía un problema, era tan despistada que se le olvidaba que tenía animales dependiendo de ella, y a veces se le olvidaba darles de comer.
Otras veces se le olvidaba darles cariño, o corregirles cuando hacían algo mal, pero pensaba: «… si es que son animales no creo que les pase nada...»
Un día se dio cuenta de sus habilidades, y pensó: Sigue leyendo