Cuentos de Bondad

Cuentos infantiles con la bondad como principal valor humano. Cuentos de bondad que fomentan en los niños ser buenos. Cuentos de bondad infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de bondad a los niños. Cuentos de bondad que estimularán la bondad en los niños.

Cuentos de Bondad:

CADA UNO EN SU SITIO

En el reino del más allá vivían muchos animales, grandes y pequeños: peros, lobos, zorros, jilgueros, peces, monos, chimpancés, abejas, avispas, caracoles, tortugas, colibríes, pájaros carpinteros,….

Pero a diferencia de otros reinos donde los animales vivían pacíficamente y se ayudaban unos a otros, en este reino ninguno estaba conforme con lo que era, el gato no quería aullar y se esforzaba día y noche en aprender, sin éxito, el ladrillo del perro, los peces querían volar y los pájaros nadar, los chimpancés no querían tener fuerza y querían ser como las hormiguitas, y así sucesivamente…todos se iban contagiando porque creían que los demás hacían cosas más importantes de las que ellos sabían hacer, y creían que así serían más respetados y queridos por el resto de los animales.

Pero no se daban cuenta que este esfuerzo que en vano hacían todos los días por aparentar otra cosa de lo que en realidad eran, les hacía perder la alegría y lo que es más importante, les hacía olvidarse de que el don que ellos poseían les había sido dado para el servicio a los demás, de tal forma que si no lo entregaban, el resto no se beneficiaría de él, ni cada uno del don de los demás.

Y con este panorama día a día, cada vez era más difícil vivir en ese reino del más allá. Todos tristes, ya no tenían nada para comer, porque ninguno se ocupaba de ello, ya no jugaban, ni reían, ni soñaban…. La vida se les estaba empezando a hacer muy difícil, tanto que ningún animal que se asomaba por allí quería quedarse a vivir con ellos. Sigue leyendo

EL PIRATA BARBANEGRA

Había una vez, un barco pirata llamado «la selva negra«. Se llamaba así porque cualquiera que entrara en él, nunca jamás lograba salir.

La selva negra surcaba los mares con un solo pirata a bordo: su capitán, el pirata barbanegra.

Barbanegra era conocido por todo el mundo, y su fama de raptar y asesinar gente se había extendido hasta los 5 continentes.

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EL DRAGON DE LA MAZMORRA

Érase una vez, un dragón que estaba encerrado en una mazmorra de un castillo muy muy lejano.

En el castillo vivían los reyes con su hijo pequeño, llamado Arturo. Arturo era un niño muy curioso, con lo que a sus cuatro años de edad, ya había descubierto la mazmorra del dragón, sin embargo, no le había dicho nada a sus padres.

Todas las semanas bajaba a ver al dragón e intentaba hablar con él, aunque sin éxito alguno, ya que el dragón no hablaba su idioma. Aún así, Arturo le contaba las historias que le sucedían en el castillo y así tenía un amigo con quien compartir sus aventuras.

Poco a poco, el dragón iba captando lo que le iba diciendo Arturo, y aunque no entendiera todas las palabras, sí que se daba cuenta de lo más importante de las historias que le contaba.

Cuentos infantiles - El dragon mazmorra

El dragón se moría de ganas de poder hablar con Arturo, así que empezó a intentar pronunciar palabras en el mismo idioma que Arturo. Poco a poco, iba aprendiendo a pronunciar algunas palabras, hasta que llegó el día en que pudo hablar con total normalidad con Arturo.

Así, llegaron a ser grandes amigos y se contaban muchas cosas, pero había una pregunta que el dragón nunca le contestaba a Arturo, y era esta: «¿Por qué estás en esta mazmorra?»

Arturo no estaba dispuesto a no recibir respuesta, por lo que se le ocurrió contar toda la historia a sus padres para ver si ellos sabían algo… Pero cuando los padres se enteraron de que Arturo había estado yendo a las mazmorras a ver al dragón, le castigaron y le dijeron que el dragón era muy peligroso y que no debía acercarse.

Arturo tuvo aquí la contestación a su pregunta: sus padres eran los que le habían encerrado, porque pensaban que era un dragón malo.

Arturo no estaba dispuesto a admitir que el dragón era malo, así que bajó a las mazmorras y decidió liberar al dragón que sus padres tenían capturado. Sigue leyendo

JUAN, EL DUENDE VERDE

Había una vez un chico llamado Juan y su madre le dijo que fuera a comprar la comida para la cena y se encontró con un hada llamada Lola y le preguntó: ¿Quieres ser un duende para siempre ?

Sí, dijo el niño.

Así que le puso un disfraz verde , un gorro verde y zapatos grandes verdes. Después fue a su casa y su madre le preguntó: «¿que te pasó?»

Soy duende, ¿ no te gusta?. Soy un duende con suerte, te podré cumplir los deseos que quieras.

 FIN

Cuento corto por: María Sol Centurión.

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EL PIRATA BUENO DE LA NAVIDAD

Había una vez un pirata malo, que se dedicaba a asaltar a todos los barcos con los que se encontraba.

Este pirata se llamaba Ulises, y su barco,»La Centella«, era el más grande y veloz de todos los que se habían conocido.

Era tan tan veloz, que el día de Navidad, se cruzó sin querer con el trineo de Papá Noel, y lo atrapó, ya que los renos no pudieron esquivar las velas de «La Centella».

El pirata Ulises, sorprendido, le dijo a Papá Noel: «¿Qué haces tú por los mares, que no estás entregando regalos a los niños?«.

Cuentos de naviadad - El pirata bueno de navidad

Y Papá Noel contestó: «Es que vengo a entregarte tu regalo…»

«¿Mi regalo?«, contestó el pirata Ulises.

Pero cuando terminó su frase, Papá Noel ya se había marchado de nuevo en su rápido trineo de renos.

Al lado del pirata había dejado, una caja envuelta para regalo, que el pirata se dispuso a abrir…

Era un sombrero de Papá Noel, con una carta que decía: «Estimado pirata Ulises, si aceptas este gorro de Papa Noel, podrás tener un nuevo trabajo, que consiste en ayudar a todos los barcos que te encuentres durante el año, y en Navidad, repartirás juguetes a las zonas de la costa.»

«Sí, claro, ¿y tú que me das a cambio?«, pensó el pirata Ulises. Sigue leyendo