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Cuentos Infantiles CortosCuentos Cortos InfantilesEduca contando CUENTOS a los niños |
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Cuento Corto para niños, escrito por: Claudia Baralla
El día que Isabella cumplió tres años, su mamá le compró una corona y un cetro de princesa para que los usara en su fiesta de cumpleaños.
La corona era plateada, llena de brillantes y una hermosa piedra azul en el centro, ademas estaba
Cuento Infantil para niños, escrito por: Paco Lara
Había una vez dos chicos que querían vivir juntos una aventura, conocer mundo.
– ¿Salimos de la ciudad?, – le pregunté.
– Podríamos ir a Uruguay. – Dijo ella…
Cuento Infantil para niños, escrito por: Jhan Carlos Perira
La ciencia trata de explicar el origen de las rayas en la cebra, como se dieron, para qué fin, etc.; pero el conformismo no hace parte de mi entorno así que de hoy en adelante van a conocer mi versión.
Cuento Corto para niños, escrito por: Delsy Janet Quispe Goto
Había una vez una niña de ocho años llamada Lucy, ella vivía con su madre Teresa. Hacía poco tiempo que Lucy había perdido a su padre Samuel. Él les había demostrado mucho amor, tanto a Lucy como a su madre, que ambas lo extrañaban mucho.
Cuento Corto para niños y niñas, escrito por: Sofia Abramo Castelli y Cecilia Castelli
Al lado de la tranquera, donde estaba Caballo Rojo, había una pocilga, aquí vivían Pigui, dos hermanos cerditos, mamá y papá. Pero éste era muy especial. Pigui era un cerdito que le encantaba jugar en el lodo.
Se ponían muy contentos cuando Sofía ponía música bien alta para escucharla donde estuvieran, Pigui empezaba a bailar, sólo éste se movía y empezaba a revolcarse en el lodo. Tanto se movía que quedaba muy, pero que muy sucio.
A la hora de la comida, mamá y papá le pedían a todos los cerditos que no tuvieran tanto barro, que se limpiaran, pero Pigui era todo barro, ni se le veían los ojos. Lo que le sucedía era que no le gustaba nada el agua, no quería mojarse. Aunque lloviese, Pigui se ponía botas de lluvia y todos los complementos para no mojarse nada y así era feliz.
Este cerdito bailaba y se revolcaba en el lodo, mamá y papá, como podían le limpiaban un poco el hocico para que pudiera comer el maíz que el granjero Jorge les había dejado para comer. La mamá les enseñaba la importancia que tenía el lavarse cada día, sobre todo antes de comer.
Así pasaban los días la familia de los cerditos, juntos eran muy felices.
FIN
– Moraleja del cuento: Siempre hay que lavarse para comer.
– Valores del cuento: Higiene. Obediencia. Alegría.
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