Cuentos de Personas

EL EXAMEN DE JAIMITO

Jaimito era un niño de 11 años, al que le encantaba jugar con su videoconsola al fútbol. Se pasaba horas y horas jugando sin parar.

Jaimito, cuando en el colegio le mandaban los profesores deberes para casa, se encerraba en su habitación para hacerlos, o eso creían sus padres…

Pero un día, llamaron del colegio a la mamá de Jaimito, para que fuera a hablar con su profesor, ya que Jaimito no traía los deberes hechos desde hacía un mes, justo desde el día de su cumpleaños, en el que sus padres le regalaron la videoconsola.

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«Buenos días profesora, ¿Qué ha hecho esta vez Jaimito?«, le dijo la mamá de Jaimito.

«Pues que Jaimito lleva un mes sin traer la tarea que le mando para hacer en casa, y últimamente le noto muy despistado en clase, ¿sabe qué le puede pasar?»

Entonces, la mamá de Jaimito se dio cuenta que le había estado mintiendo todo este tiempo, cuando en vez de irse a su habitación a hacer los deberes, se ponía a jugar al juego de fútbol de la videoconsola.

«Sí, ya sé cuál es el problema, y no se preocupe que hablaré con Jaimito«, le respondió a la profesora.

Ya en casa, la mamá de Jaimito esperó a que éste subiera a la habitación para hacer la tarea del colegio, y cuando Jaimito ya estaba en su habitación, de repente, la madre entró sin llamar a la puerta. El susto que se llevó Jaimito, fue tan grande, que se le cayó la videoconsola de las manos y fue a caer a la papelera.

«¿Se puede saber qué haces jugando a la maquinita si se supone que estabas haciendo los deberes?«, le preguntó enfadada su madre a Jaimito.

«Buenooo…yo… Sigue leyendo

LA PRINCESA SINCERA

Érase una vez una princesa, llamada Tani, que vivía en un castillo muy muy grande.

Los padres de la princesa, es decir, los reyes, querían que se casara con un apuesto caballero, llamado Norman, que les visitaba mucho por un tema de tierras que tenían entre manos, por lo que Tani y Norman se veían mucho.

Sin embargo, ella no le quería, y aunque se llevaba bien con Norman, no le gustaba mucho, ya que Norman era muy fanfarrón.

Un día, la princesa Tani, estaba hablando con Norman de la reestructuración que los reyes iban a hacer en el castillo, y de repente, Norman cambió de tema, y le dijo a Tani: «Tani, me gustas mucho, me gustaría pasar el resto de mi vida contigo..»

La princesa se quedó asustada, pero en vez de decirle un «NO» rotundo, le dijo: «Norman, eres un caballero muy apuesto, pero me gusta ser sincera con todo el mundo, y te voy a decir las cosas que no me gustan de tí: Eres un fanfarrón, ya que te gusta alardear de la ropa que llevas, cuando realmente la ropa no es nada importante en una persona, además escupes en la calle como si no pasara nada y a mí eso me da mucho asco, y por último, no voy a casarme contigo porque mis padres lo digan, yo me casaré con el hombre al que quiera realmente.»

Norman reflexionó mucho sobre lo que había dicho la princesa, y al principio se sintió mal por cómo le veía ella a él, pero luego se alegró de que se lo hubiera dicho, porque las cosas que le había dicho las podía cambiar, no era su personalidad lo que le molestaba, sino los modos en que se comportaba.

Y así, Norman empezó a ensayar el no fanfarronear con la ropa que llevaba, y empezó a sentirse bien vistiendo más humilde. También aprendió a evitar el escupir en la calle para no parecer tosco y desagradable, y también se sintió mejor con esto. Y finalmente, fue a hablar con los reyes, para pedirles que no le hablaran a la princesa Tani de él, y así ella no se sentiría presionada.

Tani y Norman seguían compartiendo momentos juntos, y Tani empezó a darse cuenta Sigue leyendo

EL MONSTRUO DEL LAGO NESS

Hace mucho mucho tiempo, existió una leyenda sobre un monstruo que vivía en un lago llamado Ness, al lado de un pequeño pueblo.

Nadie había visto al monstruo del lago Ness nunca, pero todo el mundo hablaba de él.

La gente decía que el monstruo del lago era grande como un campo de fútbol, que tenía cuatro ojos, y que se comía a todos los niños que pasaban cerca del lago.

 

Cuentos infantiles -  el monstruo del lago Ness

Juanín, que así se llamaba un niño aventurero de la zona, decidió investigar y se dispuso a hacer una exploración de la zona del lago Ness. Juanín sabía que si eran ciertos los rumores del monstruo, no saldría con vida de su aventura en el lago, pero había algo dentro de él que le hacía pensar que las habladurías de la gente eran falsas.

Juanín creía que, si existía monstruo en el lago Ness, no podía ser tan malo como decía todo el pueblo, ya que él pensaba que todos los seres vivos tienen su parte amigable y su parte más antipática, y que sólo debía saber como tratarlo para sacar de él la parte más amable.

Juanín salió con su mochila de explorador cargada de comida.

Cuando llegó a los alrededores del lago, empezó a lanzar comida para atraer al monstruo del lago Ness.

Y de repente, oyó un ruido ensordecedor que procedía del lago Ness…, era el monstruo!!

Juanín, que era un niño muy valiente, se quedó quieto al borde del lago y empezó a Sigue leyendo

EL NIÑO Y LOS ALMENDROS

Érase una vez un niño llamado Chikipú que vivía en un pueblo de Madrid, en España. Chikipú era un niño muy observador y le gustaba mucho la naturaleza.

Le encantaban las flores, y se había dado cuenta que la única época de flores, en los almendros, era la primavera.

Cuentos-infantiles-el-nino-y-los-almendros

 

Todos los días de primavera, le gustaba observar las flores, por los colores tan bonitos que presentaban en esta época del año.

Sin embargo, este niño se ponía muy triste cuando la primavera pasaba, y ya no se podían ver las flores de los almendros.

Un día, su abuelo, que era muy sabio, le dijo, «debes mirar la parte positiva de todas las cosas«, y le contó lo siguiente:

«En verano los almendros no tienen flor, pero puedes acercarte a ellos para que te den sombra.

En otoño Sigue leyendo

LA SOMBRILLA DE COLORES DE LA PLAYA

Como todos los veranos, Carlitos, junto a su hermana y sus padres, iban a la casa de la playa a pasar todo el verano, hasta que Carlitos y Laura comenzaran en septiembre de nuevo el colegio.

La familia solía ir todos los días a la playa así que solían levantarse muy temprano para ponerse en primera fila y no tener ninguna sombrilla delante de ellos.

Sin embargo, ningún día conseguían llegar los primeros,  ya que Carlitos era muy dormilón, y aunque tenía un despertador que al sonar despertaba a su vecino, no era suficiente para que se levantara de la cama.

 

Cuentos infantiles - La sombrilla de la playa

Su madre, cuando veía que Carlitos no se había levantado siempre subía a su cuarto para llamarle y decirle que sino se levantaba se irían a la playa sin él, entonces como un rayo de rápido, se levantaba de la cama…

A Carlitos le gustaba jugar con su hermana en la orilla de la playa, le encanta hacer castillos de arena, sin embargo, sus padres no le dejaban ir porque su sombrilla estaba de las últimas y desde ahí no podían verlos.

Carlitos se enfadó mucho con sus padres y estuvo durante toda la mañana sentado bajo la sombrilla mirando hacia el mar sin mediar palabra.

Mientras que estaba sentado, Carlitos estaba pensando en el hombre que tenía una sombrilla de colores y que estaba en la primera línea de sombrillas. Y se decía a él mismo,»ya podía ser mi sombrilla la que estuviera allí en lugar de la sombrilla de colores de aquel hombre«.

De repente, una fuerte racha de viento provoco que la sombrilla de colores de aquel hombre saliera volando por toda la playa. Así que, Carlitos se levanto y corrió a poner su toalla en primera línea para Sigue leyendo