Valores humanos

Los mejores cuentos infantiles ordenados según los valores humanos que representan. Cuentos que transmiten los valores humanos y virtudes a los niños.

Cuentos con Valores Humanos:

LA SEÑORA MANZANA

Érase una vez, una manzana golden que siempre había vivido en un frutero. Llevaba tanto tiempo en ese recipiente, que ya estaba arrugada y un poco pocha…

Un día, uno de los niños de la casa decidió comérsela, y cuando le dio el primer bocado, lo escupió rápidamente porque le sabía muy mal.

Después de esto, la señora manzana fue lanzada hacia la basura, pero algo la paró y la volvió a dejar en el frutero.. Era la madre de ese niño, que a la vez que devolvía la manzana al frutero, le decía a su hijo: Sigue leyendo

EL NIÑO LUCHADOR

Érase una vez, un niño muy triste por que su familia no tenia dinero para que él fuera a la escuela, pero no se daba por vencido.

Así que empezó a buscar trabajo de lo que fuese, le dieron un trabajo de cargador y lo que le pagaban no le alcanzaba ni para una botella de agua así que siguió buscando trabajo.

Encontró un trabajo en el cual le pagaban mucho dinero pues el trabajo se trataba de atender una grandísima tienda en la cual siempre tenían mucha clientela.

Cuentos-infantiles-Los-cuentos-para-ninos-y-para-ninas

El niño después de un tiempo de ahorrar dinero, les pidió a sus padres que le inscribieran en una escuela.

Sus padres fueron a una escuela y lo inscribieron. El niño terminó su carrera y les ayudó a sus padres, pero al fin de cuentas, el niño se dio cuenta de que si luchas por algo y eres perseverantes, lo tendrás, y vivió feliz para siempre.

FIN

Cuento para niños escrito por: Hazel Natan.

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BRENDA LA NIÑA INCONFORMISTA

Para Brenda todo era muy fácil en su vida. Quien sabe si por suerte o no, Brenda venía de una familia muy adinerada y popular en todo el mundo. Seguramente te estarás preguntando y ¿cómo es Brenda?¿cuántos años tiene?, pues bien, te voy ha contar la historia de Brenda, la niña inconformista.

Brenda tenía 8 años, y desde siempre había tenido todo lo que deseaba. Sus padres eran dos empresarios muy importantes, y casi nunca estaban en casa, es por eso que cada vez que volvían  a su casa, traían montañas de regalos para Brenda.

Nani, la criada de la casa, había cuidado de Brenda desde que era una bebé, era como una madre para la niña, sin embargo, Brenda se enfadaba muchas veces con Nani.

Cuentos infantiles - Lucia la obediente

El motivo de los enfados de Brenda era siempre el mismo… y es que Nani no le consentía tantos caprichos como sus padres.

Un día, Brenda entró en la cocina donde estaba Nani preparando la comida, y le dijo:

– Hoy quiero comer patatas fritas con huevo, Nani.

A lo que la amable niñera le contestó:

– Lo siento mucho Brenda pero hoy tenemos puré de patatas y pollo para comer. Para mañana haremos huevos con patatas, ¿vale?.

– No no y no. Quiero huevos con patatas hoy mismo.

Nani que ya conocía muy bien a Brenda, y sabía que estaba cabreada porque no le iba a conceder lo que ella quería, hizo un gesto con la cabeza de negación.

Pues voy a llamar ahora mismo a mis padres y les voy a contar que no quieres hacerme la comida que yo quiero.

Nani estaba muy tranquila, pues aunque Brenda llamara a sus padres, ellos confiaban plenamente en la niñera… Sigue leyendo

LAS GENUFLEXIONES DEL GALLO VELOZ – CAPÍTULO III

CAPÍTULO III

Este cambio de actitud en el comportamiento de su pueblo no gustaba nada a los reyes. Se estaba incumpliendo la ley dictada por sus antepasados. Si algo les caracterizaba como pueblo era su actitud triste y melancólica ante la vida. Cualquier cambio en este sentido podía suponer una pérdida de identidad como nación, llegando incluso a provocar la propia desaparición del estado. Por otra parte, tenían una gran curiosidad por conocer al nuevo huésped y éste, no sólo no se había presentado voluntariamente, sino que había rechazado de forma reiterada las sucesivas invitaciones para asistir a Palacio; bien es verdad que siempre ponía buenas excusas con objeto de no agraviar a los monarcas.

Llegó el día en el que no pudo negarse más, viéndose obligado por todos a acudir a la llamada de los reyes.

No te preocupes, todo irá bien -. Le decían.

Si es que vosotros no sabéis… -. Decía “Gallo Veloz”.

Antes de entrar en el salón del trono, Pániker le dio las oportunas instrucciones.

Cuando te anuncien, entras. Una vez estés delante de sus majestades, haces una ligera genuflexión, inclinando un poco la cabeza y esperas a que te digan que puedes hablar.

Y así empezó todo. “Gallo Veloz” entró en el salón del trono, intentó hacer una genuflexión y… Sigue leyendo

CAPÍTULO II – LAS GENUFLEXIONES DEL GALLO VELOZ

Pasaron los días y “Gallo Veloz” fue adquiriendo mayor popularidad. Le admiraban y le querían sinceramente. No había casa que no hubiese visitado. Participaba en todas las tertulias interesantes, visitaba a los ciudadanos enfermos y con problemas, colaboraba con el servicio de correos en el envío de mensajes urgentes. En fin, no paraba, iba de un sitio a otro sin darse tregua.

Llegó un momento en el que casi no podía dar abasto a todas las necesidades de la comunidad. A pesar de su gran velocidad de desplazamiento apenas tenía tiempo para llegar a todos los lugares desde donde se le requería. Aunque no descansaba, acudía contento y presuroso a cualquier lugar.

Se podía decir que Tristburgo era ahora un país feliz. Estaban orgullosos de su “Gallo Veloz”, llegando su fama a los confines de la tierra.

No era sólo un gallo amable y servicial, tenía además otra serie de cualidades que le hacían agradable aunque a veces también resultaba un poco pesado. Uno de sus mayores placeres era gastar bromas.

Cierto día se creó una gran inquietud por la presencia de fantasmas en diversos lugares. Muchas personas, mientras estaban ocupadas en sus quehaceres o simplemente descansando, fueron golpeadas ligeramente en el hombro; al volverse para ver quien les estaba llamando veían que no era nadie. Este acontecimiento se repitió muchas veces. Confusos y sin saber que hacer, decidieron consultar con el sabio Pániker.

No tengo ni idea de lo que puede estar pasando, pero se me ocurre que quizás podríamos hablar con “Gallo Veloz” para que nos ayude a resolver el enigma. Sigue leyendo