Había una vez un pueblo pequeñito, cuyos habitantes se dedicaban a cultivar el campo y recoger los cereales que más tarde crecían.
Uno de los agricultores, llamado Pepe, estaba harto de cultivar trigo, porque al venderlo, recibía poco dinero por ello, y apenas le llegaba para vivir.
Un buen día, Pepe estaba en el supermercado del pueblo, y vio una cosa que le llamó la atención: además de envases de leche normales de toda la vida, había unas cajas donde ponía «leche de soja«.
El sabía lo que era la soja, pero desconocía que sirviese para hacer leche… Así que se puso a investigar, y descubrió que Sigue leyendo