Cuentos de Superación

Cuentos infantiles con la superación como principal valor humano. Estos cuentos hacen pensar a los niños para mejorar y superarse. Cuentos de superación infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de superación a los niños. Cuentos de superación que estimularán el lado más inconformista de los niños.

Cuentos de Superación:

FANTASMON, EL REY DE LOS FANTASMAS

En el reino de los fantasmas, no había nadie mejor que su rey, el rey Fantasmón.

Todos los fantasmas del reino creían en él como si no hubiera nada más en el mundo. Para todos, era el fantasma más sabio, guapo y bueno.

Todos los días, el rey Fantasmón era ayudado a hacer sus tareas por fantasmas voluntarios, que se iban turnando día tras día.

Todos formaban parte de su corte real, y cuando no le ayudaban unos, lo hacían otros, para que Fantasmón nunca tuviera que hacer nada sólo.

Cuentos de terror - El fantasma del colegio

Un día, todos los fantasmas decidieron, que Fantasmón les enseñara cómo hacía él para asustar a sus víctimas por las noches.

Fantasmón no sabia hacer nada si no le ayudaban, así que para no defraudar al resto, dijo que no podía enseñarles porque estaba muy cansado.

Otro día, le pidieron que les enseñara a vestirse con esas sabanas y esas cadenas que le quedaban tan bien… pero Sigue leyendo

JIMMY, UN COCINERO MUY GLOTON

En un restaurante de lujo, situado en una gran ciudad de España, Madrid, se encontraba el mejor cocinero de todo el mundo, Jimmy.

Jimmy era un cocinero muy joven, acababa de cumplir 19 años, pero sin embargo, era conocido como el chef más grande de todo el mundo, y no era por sus exquisitos platos, qué también, sino por su gran envergadura.

Siempre había sido un gran apasionado de la cocina, pero desde que se hizo cocinero de su restaurante, tenía que probar todas las comidas para asegurarse de que a sus clientes les encantaran.

Tan en serio se tomaba su trabajo, que de tanto probar los platos que cocinaba, llegó a pesar 150 kilos, y por eso es conocido en todo el mundo, como el cocinero glotón.

Cuentos infantiles - Jimmy el cocinero gloton

Pero pesar tanto, ya era un problema para Jimmy, pues le costaba moverse con agilidad… lo cual era un impedimento en su trabajo, pues se cansaba de andar de un lado para otro, por su gran cocina del restaurante.

Así, una vez más, nuestro ingenioso cocinero Jimmy tuvo una idea

El restaurante de Jimmy era especialista en carnes a la brasa, pero justo eso, era lo que hacía que Jimmy no parase de ir ganando kilos. Así que decidió Sigue leyendo

LA NIÑA QUE BRILLABA COMO EL SOL

Érase que era una pequeña niña de ojos claros y cabello como el sol. Érase que era tan hermosa que hasta el mismo sol sonreía cada vez que la veía.

La niña tenía todo lo que una niña podía anhelar. Solo le faltaba una cosa que le hacía ponerse muy triste: la niña no podía hacer nada.

Sí, como lo leéis, no os extrañéis, es verdad. Y no podía hacer nada porque pensaba que no servía para nada, que no sabía hacer nada.

La niña vivía desde dentro y para dentro, y los demás sencillamente la ignoraban, era invisible a sus ojos. Cuando quería decir algo, se le ponía como un nudo en la garganta y la voz no le salía por más que ella lo intentara. Hasta se ponía roja del esfuerzo, y como finalmente no podía, una rabia cada vez mayor se iba apoderando de ella, aunque muchas veces no se daba cuenta de ello.

Y claro los demás, incluida hasta su propia madre, no se daban cuenta de nada y solo pensaban: esta niña es muy calladita.

Y no digamos ya cantar, eso era imposible, inimaginable, pero como Sigue leyendo

MANOLITO Y EL SILBATO DE LA PROFE DE GIMNASIA

Manolito era un niño muy peculiar, que vivía en el centro de Madrid, junto a la Plaza Mayor. Manolito tenía 7 años y si había algo en el mundo que detestaba con todas sus ganas, eran las clases de gimnasia del colegio.

A Manolito no le gustaba nada hacer deporte, pero nada nada… hasta intentaba engañar a su madre, diciéndole que se encontraba mal, para no ir al colegio los días que tenía gimnasia. Pero su madre ya lo conocía muy bien…

Su madre estaba preocupada por él, ya que al no hacer ningún tipo de deporte, Manolito cada día que pasaba, estaba más gordito. Así que decidió ir al colegio para hablar con la profesora de gimnasia.

Cuentos infantiles - Manolito y el silbato de la profe

A la semana siguiente, Manolito, desanimado, se dirigia junto al resto de sus compañeros a la clase de gimnasia, sin saber que algo cambiaría en su vida.

La profe de Manolito, después de hablar con su madre, se dio cuenta que lo que le faltaba a Manolito era una motivación para hacer deporte, así que ideó un plan infalible…

La profe de Gimnasia sabía que a Manolito le encantaban las chocolatinas que le ponían en el comedor del colegio después de la comida, así que le dijo justo antes de empezar la clase:

«Manolito, hoy vamos a hacer un juego muy divertido en la clase, y tú serás el protagonista. El juego consiste en que cada vez que toque el silbato Sigue leyendo

WILLY, EL OSO TARTAMUDO

Willy, el oso, vivía desde que era muy pequeñito en un hermoso lugar, en medio de una gran cordillera repleta de árboles y grandes prados verdes, que nadie conocía…

El oso Willy era muy afortunado, pues además de vivir en un lugar maravilloso, tenía toda la comida que quisiera a su disposición… ¡pues era un oso muy glotón!

Pero de repente, una mañana de verano, cuando el oso Willy se despertó, y fue a desayunar al árbol de al lado, se encontró con una imagen desoladora…, ¡algunos árboles se habían secado!.

– «Pero… ¿qué os ha pasado?«, preguntó el oso Willy desolado quedándose boquiabierto, y con lágrimas en los ojos.

Para Willy, aquel sitio era el mejor lugar del mundo, repleto de naturaleza y de vida. Los árboles cubrían todas las montañas formando un manto verde de cientos y cientos de kilómetros, dónde se respiraba aire puro, sin humos ni contaminación.

Cuentos infantiles - El oso del bosque

Sin embargo, desde hacía años, un grupo de hombres lo habían descubierto. De hecho, el oso Willy, intentó asustarles para que nunca más volvieran a aquel lugar, y pudiesen vivir en su hábitat natural. Pero de repente, cuando el oso los tenía atemorizados con su gran cuerpo y su gruñido aterrador, dijo: «¡No no no no…vol vol volvais nunca!«.

Aquellos hombres que hasta el momento estaban atemorizados, al escuchar que Willy era tartamudo, empezaron a reírse sin parar «Ja ja ja ja«, y no le hicieron caso, y al cabo de los meses regresaron para construir un hotel de lujo en medio de la cordillera. Sigue leyendo