Cuentos de Responsabilidad

Cuentos infantiles con la responsabilidad como principal valor humano. Cuentos de responsabilidad para que los niños aprendan a ser responsables y consecuentes con sus acciones. Cuentos de responsabilidad infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de responsabilidad a los niños. Cuentos de responsabilidad que estimularán el lado más responsable de los niños.

Cuentos de Responsabilidad:

RISUEÑO, EL LOBO VIVIDOR

Cuento corto escrito por: Maribel Avilés

Había una vez, hace mucho tiempo, una manada de lobos.

El más chiquito se llamaba Risueño y era el más travieso de todos, nunca podía estarse quieto, ni cuando tenía hambre…

Risueño siempre buscaba la manera de ganar a la hora de comer a sus demás hermanitos y llegó el momento que él era el que más comía.

Su mamá siempre lo andaba buscando y era muy difícil encontrarlo.

Risueño tenía muchos amigos que retozaban y jugaban con él, se divertía de lo lindo. Jugaba, jugaba y jugaba, y no se preocupaba de lo que alrededor pasaba. Siempre decía a este mundo vine a gozar y con el que me conozca lo voy a realizar.

A Risueño una gran aventura le depara el destino si quieren saberlo esperen el otro cuento…

FIN

Recuerda que puedes recibir cuentos infantiles GRATIS en tu email, suscribiéndote aquí http://eepurl.com/eldbI

LA NIÑA QUE QUERIA SER MAYOR

Cuando yo era pequeña, todo me parecía gigante, mi casa, mis padres, mi hermano mayor, mi camita.

Era tan pequeña, que el mundo resultaba gigante, asombroso, y no digamos el sol, la luna por las noches, y hasta las estrellas, porque como había tantas parecía que se juntaban.

Y hasta Dios me parecía enorme, grande, aunque no lo veía, pero lo imaginaba. Cuando paseaba en los atardeceres de verano por las praderas
de mi pueblo, sabía que El iba conmigo, hasta ahí bien, pero luego empezaban las dificultades, porque yo le quería ver, si él me veía, ¿por qué
no le podía ver y así de paso cantábamos un poco y nos reíamos después?.

Pero no había manera, como cuando le llamaba no aparecía, estaba mudo, inventé otra cosa: me daría la vuelta rápidamente para que no le diera
tiempo a esconderse, y zas, lo pillaría infraganti, detrás de mí. Lo intentaba varias veces y de varias formas, por la izquierda, por la derecha,
agachándome, dando un salto, no había forma. Llegué a la conclusión de que no quería que le viera, pero me llenaba de tristeza el no saber porqué.

Sigue leyendo

JUGANDO EN EL BOSQUE

Hoy el bosque está de lo más animado. Los conejos salen de sus madrigueras para saludar al nuevo día, los topos tímidamente van dejando su letargo y se disponen para empezar la jornada.

Hace rato que los cervatillos brincan por encima de los pequeños matorrales, tan libres como el viento que acaricia sus lomos.

Cuentos infantiles - La Ardilla y el fuego del bosque

Y poco a poco el bosque se va llenando de sus habitantes: gorriones, liebres, ardillas, caracoles, pájaros carpinteros, tejones, van apareciendo poco a poco y llenado de luz, música y color allá por donde aparecen. Sigue leyendo

EL REINO DE SINTA

Sinta era una estrella verde. ¿Te parece raro? ¿Crees acaso que todas las estrellas son blancas? Pues no. Sinta, la más bonita estrella que podrás contemplar jamás, era verde.

Sí, era verde; un verde intenso, maravilloso, inigualable. Jamás podrás contemplar una maravilla semejante. Y… ¿sabes por qué tenía ese color, por qué era tan verde? Porque estaba cubierta, completamente cubierta, de preciosos bosques. Bosques con árboles grandes, muy grandes; altos, muy altos y que, además, tenían una característica especial: ¡eran mágicos! Sí, créeme, los árboles de Sinta eran mágicos. Luego veremos por qué.

En Sinta, además de los árboles, vivían Saro, Jaro y Bara. Saro y Jaro eran hermanos y cuidaban de Bara, la princesa del Reino de Sinta. Bara era muy bonita, tenía un solo ojo, los cabellos verdes, tres orejas, cuatro brazos y cuatro piernas. A ti te parecerá raro, pero para los habitantes de Sinta era la más hermosa de todas. Saro y Jaro la seguían a todas partes pues estaban a su servicio y cuidado.

En Sinta no había ni castillos, ni carreteras. No había coches, ni trenes ni aviones. En Sinta todo era diferente. Todo era mágico.

Bara, la princesa, vivía en un árbol, el más bonito de todos. Saro y Jaro también vivían en un árbol, pero este no era tan bonito.

Cuando la princesa Bara quería ir a ver a su amiga Tora, que vivía lejos, muy lejos, le decía a su árbol: ¡llévame a ver a Tora! Entonces el árbol sacaba las raíces de la tierra y, Sigue leyendo

MATIAS Y LA CHULETA DEL EXAMEN

Matías era un niño de 8 años, muy inquieto y algo travieso, que traía a sus padres de cabeza. Desde hacía ya algún tiempo, Matías sacaba muy malas notas en el colegio, y en parte era, porque era muy perezoso a la hora de ponerse a estudiar, pues prefería jugar

Matías que era un niño muy listo, un día decidió que si hacía trampa en los exámenes, llevaría buenas notas a sus padres y así él tendría tiempo para hacer lo que realmente le gustaba, jugar.

Así que, para el examen de lenguaje que tenía dentro de unos días, Matías había preparado unas chuletas en el estuche, «¡¡Espero que no me pille la profesora!!«, pensó, sintiendo una especie de cosquilleo por el estómago…

Cuentos infantiles -  Matias y la chuleta de lengua

Durante el examen todo iba bien, pues había conseguido sacar las notas para copiar las respuestas en el examen, hasta que de repente, alguien dijo: «Matías, ¿qué tienes ahí?«. Era la profesora de lenguaje que le había pillado copiando en el examen

«Nada«, respondió Matías avergonzado y con la cara roja como un tomate.

Sin embargo, la profesora sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pues le había vigilado durante el examen, ya que le notó muy nervioso.

La profesora le suspendió el examen en el momento, «Matías has suspendido el examen y además, llamaré a tus padres para contárselo», le dijo la profesora. Sigue leyendo