Cuentos de Generosidad

Cuentos infantiles con la generosidad como principal valor humano. Cuentos que fomentan la generosidad de los niños. Cuentos de generosidad infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de generosidad a los niños. Cuentos de generosidad que estimularán el lado más comprensivo de los niños.

Cuentos de Generosidad:

ESTO ES MIO… ESO ES MIO

Había una vez dos hermanos que se llevaban muy bien hasta que aparecía algún juguete nuevo de por medio.

Cuando algo nuevo aparecía en su casa, los dos hermanos se disputaban el tenerlo como si fuera suyo de toda la vida y acababan discutiendo.

Los padres les decían: «No es de ninguno de los dos!!, así que no discutáis!»

Cuentos infantiles - dos niños hermanos

Un día, los padres compraron un cascanueces para comer nueces todas las noches, ya que son buenas para la memoria y el corazón.

En cuanto los dos hermanos se enteraron de que había llegado a casa un cascanueces, los dos se abalanzaron sobre él, empezaron a tirar cada uno de un extremo, hasta que Sigue leyendo

EL PIRATA BUENO DE LA NAVIDAD

Había una vez un pirata malo, que se dedicaba a asaltar a todos los barcos con los que se encontraba.

Este pirata se llamaba Ulises, y su barco,»La Centella«, era el más grande y veloz de todos los que se habían conocido.

Era tan tan veloz, que el día de Navidad, se cruzó sin querer con el trineo de Papá Noel, y lo atrapó, ya que los renos no pudieron esquivar las velas de «La Centella».

El pirata Ulises, sorprendido, le dijo a Papá Noel: «¿Qué haces tú por los mares, que no estás entregando regalos a los niños?«.

Cuentos de naviadad - El pirata bueno de navidad

Y Papá Noel contestó: «Es que vengo a entregarte tu regalo…»

«¿Mi regalo?«, contestó el pirata Ulises.

Pero cuando terminó su frase, Papá Noel ya se había marchado de nuevo en su rápido trineo de renos.

Al lado del pirata había dejado, una caja envuelta para regalo, que el pirata se dispuso a abrir…

Era un sombrero de Papá Noel, con una carta que decía: «Estimado pirata Ulises, si aceptas este gorro de Papa Noel, podrás tener un nuevo trabajo, que consiste en ayudar a todos los barcos que te encuentres durante el año, y en Navidad, repartirás juguetes a las zonas de la costa.»

«Sí, claro, ¿y tú que me das a cambio?«, pensó el pirata Ulises. Sigue leyendo

NAOMI Y SU PERRITA CHOPI

Naomi es una niña de 14 años que adora a los animales, pero desde siempre había sentido más predilección por los perros, aunque nunca había tenido uno.

Naomi acababa de salir del colegio y como todos los días, de camino a su casa, se paró en un pequeño parque para saludar a Linda, una cachorro que estaba paseando con su dueña.

– «Ojalá yo pudiera tener una perrita en casa como Linda«, dijo Naomi pensativa.

Lo que no sabía Naomi era que, hoy, alguien nuevo en la familia la estaba esperando…, así que como siempre entró corriendo en casa, dejó su mochila en el perchero y fue hacia el salón, donde estaban sus padres esperándola para empezar a comer.

Cuentos cortos - Naomi y su perrita Chopi

Pero de repente, justo cuando estaba entrando, oyó un pequeñísimo ladrido y algo que le estaba tocando los cordones de las zapatillas…

«¡¡Pero…, ¿tú quién eres?¿Esta perrita es para mí?!!«, preguntó Naomi a su madre muy contenta.

«Sí es para tí», le respondió.

Chopi, desde que llegó a su nueva casa no paraba de temblar, y la pequeña Naomi, no sabía que era lo que le podía pasar… Pero una mañana, Naomi salió muy temprano de su casa para ir a visitar al veterinario, para averiguar qué le estaba pasando a su perrita Chopi, la cual se había quedado en casa durmiendo.

Después de visitar al veterinario, Naomi se fue al colegio pensando que tenía la solución y que su perrita Chopi, dejaría de temblar.

Pero de repente, cuando Naomi llegó a su casa, su madre la estaba esperando para decirle que Chopi se había escapado. Sigue leyendo

EL MONO Y LAS PIEDRAS

Había una vez, un mono llamado Monki, que vivía en una isla, en gran parte habitada por monos. Los científicos más importantes del planeta, habían deducido que el cambio climático afectaría gravemente a esta isla, inundándola casi por completo.

Así que los monos decidieron hacerse, cada uno, una casa en la parte más alta de la isla, para estar resguardados de las inundaciones, el día que llegara el desastre.

 

Cuentos infantiles - el mono y las piedras

Monki, había hecho los planos de su casa para que resistiera a una gran inundación, y eso requería de piedras de gran tamaño.

Todos los monos hicieron su casa en un día, y después se pusieron a jugar a las cartas disfrutando de sus nuevos hogares.

Además, el resto de monos, se reían de Monki, porque cuando ellos ya tenían su casa construida, Monki sólo había hecho los planos de la suya.

Pero Monki estaba convencido de que su casa iba a resistir cualquier inundación y, aunque tardara mucho más en construirla, podría valer la pena.

Monki trasladaba una gran piedra al día, para construir su casa, por lo que la casa iba tomando forma muy lentamente.

El resto de monos seguían riéndose de él, ya que veían que Monki sólo ponía una piedra al día.

Pero a Monki no le importaba, y seguía subiendo una piedra al día para la construcción de su casa.

Al cabo de unos meses, cuando el resto de monos ya se había cansado de jugar a las cartas, Monki terminó su casa y, Sigue leyendo

EL PASTORCILLO Y SUS OVEJAS

Había una vez, un pastorcillo, Nino, que vivía en un pequeño pueblo al lado de una montaña, con verdes prados y un río muy caudaloso, haciendo de aquel pequeño pueblo un sitio encantador, no sólo por la naturaleza que existía allí, sino por la amabilidad de los cien habitantes de este pequeño pueblo.

 

Cuentos cortos - El pastorcillo y las ovejas

El pastoricillo, siempre estaba con su rebaño de ovejas, su perro y su burrito. Todos los días, antes de que empezara a salir el sol, Nino, el pastorcillo, ya estaba listo para ir a su corral para ir a ordeñar a las ovejas  y cabras de su rebaño, para después salir a pastar al campo con ellas.

Nino, el pastorcillo, aunque ya era algo mayor, se pasaba todo el dia fuera de su casa, y regresaba antes de que se hiciera de noche, tan cansado como su rebaño. Sin lugar a dudas, ser un pastor era una profesión muy sacrificada, pues se requería ser  fuerte y estar en buena forma física, pues se pasaba todo el día paseando con las ovejas por el campo todos los días y además, ordeñarlas, para luego tener leche y hacer quesos.

El pastorcillo, cuando sacaba demasiada leche, de ordeñar a las ovejas y a las cabras, Sigue leyendo