LAS ESTRELLAS VIVEN ARRIBA Y ABAJO – 3ª Parte

Cuento Infantil para niños, creado por: Marta Herrero

Enseguida llegaron, en el pueblo de las estrellitas todo estaba cerca, se sentaron en el jardín y el rey sirvió limonada para todos.

– Bueno voy a explicaros rápidamente el motivo de nuestra visita. Primero tengo que preguntaros, ¿cuanto hace que no veis un arco iris? – Dijo la princesa de rojo.

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– Pues, ahora que lo dices no lo recuerdo, mucho creo. – Dijo la estrellita Alba.

Hubo un silencio. Tanto el rey con la estrellita Eva no se acordaban de la última vez que habían visto un arco iris, por lo que, hacía mucho tiempo que no veían ninguno pero nadie se había dado cuenta.

– Ese es el problema que tenemos no sabemos que ha pasado pero desde vuestro pueblo hasta la colina dorada cada vez que un arco iris intenta formarse los colores desaparecen, desaparecen tan rápido que no da tiempo ni a verse el arco iris.  – Continuo la princesa de rojo.

Alba, Eva y el rey estaban con los ojos bien abiertos del asombro que tenían, callados y escuchando. La princesa de naranja continuó:

– Llevamos mucho tiempo intentado averiguar que estaba pasando, porque los arco iris que se intentan formar desaparecen, todas nuestras investigaciones nos llevan a vuestro pueblo.

– Un momento! – dijo el Rey – ¿Que quiere decir que todas la investigaciones llevan a nuestro pueblo?

– Hemos descubierto que lo único que puede hacer que los colores de un arco iris desaparezcan, es que haya un agujero en algún lugar del cielo. – Dijo la princesa de verde.

La princesa de verde continuo: – Vosotras las estrellas cada noche subís al cielo y cuando amanece bajáis a la tierra, ¿vosotras creéis que es posible que debido a algún accidente se haya podido hacer un rasguño o herida en el cielo? ¿no habéis visto nada raro?

A la estrellita Alba se le iluminó la cara, acaba de recordar una cosa que le paso en el cielo cuando acompañaba a la estrellita Aran. Y lo explico:

– Recuerdo que hace tiempo,cundo la estrellita Aran cumplió seis años, la acompañé al cielo al soltarse de la escalera para quedarse pegada al cielo, su escalera resbaló y cayó, pero no le dí más importancia. Posiblemente que allí se hiciera un agujero en el cielo.

Una cosa, que solo saben las estrellitas es que el cielo esta formado por capas y capas de una tela fina, bueno, no es bien bien tela, es un material que no tiene nombre y que sólo éxiste en el cielo, las estrellitas lo llaman sedafi, porque es como seda fina.

– Perfecto! – dijo la princesa de rojo. – Ahora ya sabemos que ha pasado, ahora tendremos que mirar como lo solucionamos. Pensémos.

– Lo primero que tenemos que hacer es encontrar donde está el agujero y que tamaño tiene. – Dijo la estrellita Eva, levantándose de su silla.

Todos se levantaron no podían perder más tiempo. Empezaron a caminar en dirección a la plaza todos se giraron para mirar las siete sillas donde habían estado sentadas las princesas, y cada silla se había pintado de un color debido a los vestidos. Enseguida llegaron a la plaza. Era tan fuerte la luz de colores que desprendían las princesas que las estrellas que estaban en sus casas iban saliendo a la plaza, en un momento se lleno la plaza de estrellas, estaban todas.

La estrellita Eva se subió a una silla para que todo el mundo la pudiera ver y dijo:

– Queridos amigos, las princesas del arco iris nos han explicado que hace tiempo que no se forman arco iris desde nuestro pueblo, parece que cuando se empieza a formar un arco iris los colores desaparecen. Todos conocéis la sedafi, esa telita fina y transparente que hay en el cielo. Seguramente, como nosotras subimos y bajamos cada día del cielo un día hayamos echo un rasguño en la sedafi y por eso los colores del arco iris no consiguen formarse. 

– Ahora, no es cuestión de darle vueltas a las cosas y preguntarnos cuando fué, o cómo, o quien, de eso nada, ahora lo que tenemos que hacer es coger cada estrella su escalera y subir al cielo. Miraremos el cielo con mucho detalle, como siempre con cariño, miraremos palmo a palmo la sedafi hasta que encontremos, si es que existe, el trocito roto y así poder arreglarlo.

En la plaza se oía un gran murmullo. Una estrella que estaba en un lado de la plaza levanto la mano. El murmullo paro, cuando alguien quiere hablar siempre se le escucha con mucha atención.

– Soy la estrellita Silvia. – A la estrellita Silvia todo el mundo la conocía, era una gran deportista y muchos de los trofeos que habían en el pueblo de las estrellitas los había ganado ella.

– Nunca hemos subido al cielo de día, ¿no será muy arriesgado?

Las estrellas cuando suben al cielo se iluminan, brillan y brillan como linternas, sea de día o de noche.  Por eso si algún día habéis mirado el cielo azul y habéis visto que brilla más de la cuenta ya sabéis por que era.

En ese momento, la princesa de amarillo dijo: – Es posible que cuando subáis al cielo, desde la tierra se vea el cielo más brillante y alguien pueda verlo, pero no nos queda otro remedio, tenemos que hacerlo y encontrar la fisura y arreglarlo.

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Todas las estrellas empezaron a caminar hacía la gran nave donde se guardan todas las escaleras, enseguida empezaron a subir, era un espectáculo verlo. Y el cielo brillaba de día como nunca.

Las estrellas estaban en fila y cada estrella cogía su escalera, todas diferentes. Cuando una princesa cogía una escalera esa escalera se teñía del color del vestido. Era casi la hora de comer y las estrellas seguían en el cielo buscando el agujero. De repente el Rey le dijo a las princesas:

– Mirad!!! 

Una estrella desde el cielo estaba agitando un pañuelo de color verde. Todas las estrellas subieron rápidamente.

– Lo he encontrado, aquí hay un agujero y les señaló donde estaba.

Había un agujerito en la sedafi, era pequeño. Un arco iris siempre tiene que tener un punto de apoyo para formarse. Empezaron a bajar del cielo todas las estrellas. La faena ya estaba echa. Les había costado mucho pero ya lo tenían. Se reunieron todos y Eva dijo:

– El agüero es pequeñito, mide unos dos centímetros ¿ y  ahora como lo arreglamos?. – Era la primera vez que pasaba algo así.

Es mejor pensar que todo es posible, que todo puede pasar. En el pueblo de las estrellas pasaban tantas cosas que se habían acostumbrado a tener la mente abierta y aceptar las cosas como venían. Así era más fácil la vida para las estrellitas. Todas las estrellas habían bajado del cielo, estaban cansadas, por lo que el rey les dijo que se fueran a casa. El Rey dijo:

– Tengo una idea! – Dijo mirando a las princesas. – Tenemos una gran biblioteca, enorme,  hay muchísimos libros, y hay uno especial, es el más antiguo de todos y donde se recoge todo lo relacionado con nosotras, con las estrellas del cielo. Quizá en este libro encontremos como arreglar la sedafi.

Todos se dirigieron a la biblioteca, al entrar estaba la estrellita Sonia. Era la encargada de la biblioteca, en el pueblo decían que era la estrellita más sabia. Alba y Eva sabían, que si Sonia sabía tantas cosas era porque había leído muchísimos libros, siempre que iban a la biblioteca encontraban a la estrellita Sonia leyendo.

El Rey era el único que sabía donde estaba el libro mágico de las estrellitas, empezó a caminar por un pasillo, se detuvieron donde estaban los libros de los planetas. La biblioteca de las estrellas, tenía una infinidad de libros relacionados con los planetas, las estrellas estudiaban el cielo y toda la Vía Láctea.

– No me había dado cuenta que esta pared es diferente a las otras de la biblioteca. – Dijo la estrellita Sonia. – Todas son de diferentes colores, menos esta que es de piedra.

-¿Que hacemos aquí? dijo la estrellita Alba.

El rey colocó cada una de sus manos en una piedra de la pared, y las giró hacía la derecha al mismo tiempo. Se oyó un ruido fuerte y todos se sobresaltaron, parte de la pared se separó, se abrió una puerta secreta. – El libro que ahora veréis es muy valioso, está recogido todo lo referente a nuestro pueblo, a su existencia, a nosotros las estrellas. Es un libro que si cayera en malas manos podría ser muy peligroso para nosotros, pero confío plenamente en todos los que estamos aquí y quiero enseñároslo. Seguidme!

– Un momento! – Dijo la princesa de lila – Si esta es una puerta secreta, creo que deberíamos hacer algo con esto. – Y señaló el suelo. Todo el suelo estaba pintado de colores, nadie había pensado en eso.

– Bueno – dijo el rey. – Tenemos que ocuparnos ahora de lo más urgente que es buscar algo que pueda arreglar el agujero de la sedafi, después ya miraremos de arreglar el suelo.

Entraron en una gran sala, en medio había una mesa de madera muy antigua. Se acercaron a la mesa y todos contemplaban el libro. Era un libro muy grande. En la portada había una estrella cosida con hilo dorado y al lado había un numero el 6 que también era dorado. Solo el Rey sabía lo que significaba. El Rey cogió el libro y todos colocados alrededor del libro, empezaron a leer buscando algo para arreglar el agujero del cielo.

– ¡Aquí está! -gritó la estrella Sonia. Sedafi, página 457. Y la estrellita Eva empezó a leer en voz alta.

El cielo, que forma una parte importante de la existencia de las estrellas, está formado por unas capas de tela fina, capas y capas transparentes, nadie sabe como se ha formado y como se aguantan en el cielo. Lo único que se sabe es que los arco iris la usan como apoyo cuando se forman. Eva dejo de leer y busco el párrafo que ponía:

Rotura de la tela del cielo. – Si por algún motivo la Sedafi se rompiera hay que arreglarlo rápidamente. Para arreglarlo hace falta un pegamento que se hace mezclando tres pétalos de rosas lilas, tres pétalos de rosas rojas y un poco de resina de los pinos del Valle Azurarado.

– Alba, Eva, poneros en marcha –  dijo el Rey – tenéis que ir al Valle Azucarado y traer  todo lo necesario. Princesas, quedaros con la estrellita Sonia y solucionar el tema del suelo, que se ha pintado de colores. 

Llego fue el Rey con seis pétalos de rosas, tres rojos y tres lilas, los dejo suavemente en la mesa. Enseguida llegaron las siete princesas y la estrellita Sonia.

– ¿ De dónde venís? – dijo el Rey.

– Ya hemos arreglado el suelo, ahora nadie podrá llegar hasta la puerta secreta.– dijo la princesa de rojo.

El Rey, impaciente por saber como habían borrado los colores del suelo, se asomo al primer pasillo de la biblioteca y seguía pintado de colores, miro a otro pasillo y también estaba pintado. A las princesas se les había ocurrido la gran idea de pasar por todos los pasillos y así pintar con sus vestidos todos los suelos de la biblioteca y así nadie encontraría la puerta secreta.

La estrellita Eva llegó con una bolsita con resina. Cogieron los pétalos y la resina y lo mezclaron, se lo ponían entre las manos y lo apretaban.El rey dijo:

– Creo que ya está. – Había quedado como una masa transparente.

Todos salieron hacía la nave donde se guardan las escaleras, cogieron una y las estrellitas empezaron a subir hacía el cielo con el pegamento. Todas las estrellas empezaron a salir de sus casas, todos miraban el cielo. Pusieron en el agujero el pegamento. Una vez acabado, bajaron del cielo. Y el Rey dijo:

– Ahora, tenemos que esperar.

Y enseguida, como si fuera un milagro, empezó  a llover, con gotitas finas, casi ni mojaban y con el brillo del sol se formó un arco iris, era pequeñito, y se había formado justo al lado del arco iris gigante de las siete princesas. Estalló la alegría. Todos empezaron a aplaudir, a reir y a abrazarse. Lo habían conseguido, las princesas emocionadas lloraban de alegría y sus lágrimas eran como sus vestidos, de colores.

Y así fué, cómo en el pueblo de las estrellitas todo se solucionó y pudieron seguir con sus vidas. Y así, el resto del mundo puede, cada noche disfrutar del cielo, viendo las estrellas brillar.

 FIN

(A Lilian)

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