El numero uno

ROSALINDA – 1ª PARTE

Cuento Infantil para niños, escrito por: Genesis Guzman

Había una vez en un pueblito muy pobre una linda niña llamada Rosalinda. Ella era una niña muy tímida, callada y muy reservada. A primera vista todos quedaban encantados de verla por sus hermosos ojos cafés que brillaban a penas el sol les daba la luz y tiraban un hermoso resplandor que daban ganas de verlos por horas y horas. Tenía un hermoso cabello dorado y su piel era bien blanca y pura.

Sus padres eran unos campesinos muy feos con ropas sucias y rasgadas que usaban a la pobre niña como su esclava, pero cuando alguien los miraba hacían como que la amaban.

El numero uno

La dulce niña sufría mucho al lado de esas bestias que tenía por padres, pero sin embargo, la niña en su inocencia decía:

– Ellos me aman, nada más que su forma de demostrarlo es diferente.

Una noche la niña no podía dormir, así que se sentó en su cama y se puso solo a pensar e imaginar cosas que se le venía a la mente.

Ella pensaba cosas muy lindas que decía que quería hacer cosas, como cuidar a los animalitos, tener muchos amigos que jugasen con ella, y el mayor de los sueños era algo que nadie sabía y es que su pasión era bailar y cantar.

Podían pasar horas y horas cantando y bailando pero nunca se cansaba, lo hacía siempre durante el día, el único problema eran sus padres, siempre que la miraban bailando y cantando les decía que se detuviera, que dejara de hacer eso. Ella se preguntaba por qué y ellos solo les decía cosas muy feas, como que para que bailar y cantar si eso no servía para nada. Pero sin embargo ella no le importaba y siempre a escondidas antes de que sus padres regresaran a casa, hacía los quehaceres al son de su música y baile

Era una niña muy encantadora con su melodiosa voz, el que la escuchara quedaba maravillado y enamorado de ella, todos en su pueblo la querían porque ella le ayudaba cuanto pudiera y porque era muy dulce.

Un día llegó al pueblo un rey viudo llamado Francisco, con su pequeño hijo Édgar, con las intenciones de usar el pueblo para uno de sus proyectos. El alcalde de ese pueblo estaba conversando con el rey para tratar de convencerlo de que no sacasen a nadie del pueblo, ya que eran pobres y no tenían donde ir.

Mientras Rosalinda iba pasando por ahí escuchó todo y muy triste, ya que no podían convencer al rey, se fue hacia un pequeño río donde recogía agua y se encontró al príncipe Édgar, que la encontró en un mar de lágrimas y le preguntó qué le pasa. Ella no respondió, ya que no quería que también se pusiera triste creyendo que él era del pueblo así que cuando ella se calmó se pusieron a jugar por horas hasta que se hizo muy tarde; y ella se tuvo que ir a su casa antes que llegasen sus padres porque sabía que si no la encontraban ahí le iba a ir muy mal.

El pobre Édgar muy feliz de haber conocido a esa linda chica se fue a su casa y empezó a contarle todo a su nana, que era de su confianza. La nana muy contenta le aconsejó que en la próxima vez que la viera le diese un presente, él muy decidido lo iba a hacer.

Mientras que la niña al llegar a casa se sentó como si nada hubiese pasado, dos segundos después llegaron sus padres muy gruñones, como siempre, pero ella tenía una hermosa sonrisa que le llegaba de oreja a oreja porque había pasado gran tiempo con su nuevo amigo Édgar; mientras que sus padres gritaban por lo mismo de siempre, que no tenían dinero, que no tenían comida, etc.

Al día siguiente Rosalinda fue al río como siempre acostumbraba hacer y para gran sorpresa ahí estaba Édgar, ella saltando de alegría fue y le dio un fuerte abrazo de felicidad por haberlo visto y juntos se pusieron a jugar así pasaron todo el día.

Ya cuando se estaba haciendo tarde él sacó de su mano una cajita en la cual había una piedra de colores, ella muy contenta la cogió y le dio un beso de agradecimiento en la mejilla, pero como ya se hacía tarde, la joven tuvo que irse a su casa antes que llegasen sus padres.

A los días el niño se entusiasmaba cada vez más por la niña y siempre cada noche antes de dormir hablaba de ella con su nana, pero una noche a la nana se le vino una buena idea, así que le dijo al niño:

– Edgar!!! ¿Por qu´w no invitas a Rosalinda a que venga a la casa a jugar y pasar el tiempo contigo?

Entonces el niño le contestó:

– Es una buena idea.

Entonces eso hizo, al día siguiente que vio a Rosalinda y ella obviamente muy alegre le dijo que sí. Entonces fue al castillo donde estaba el rey y le saludó, pero cuando vio que era el que iba a destruir el pueblo entonces lo confrontó y le digo que le diría a todos su plan. El rey muy enojado mandó que la agarraran y la encerraran.

Continuará…………………………

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Resumen

Cuento Infantil de una niña muy buena que le gustaba contar. Se hizo muy amiga del príncipe y siempre quería hacer el bien por los demás y su pueblo.

3.3
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