PAULO, EL GALLO ENVIDIOSO

Cuento Infantil para niños, creado por: Eduardo

Había una vez, un gallo llamado Paulo, que vivía en una granja. En ese mismo lugar también vivía un pavo. El gallo envidiaba las plumas del pavo y todo lo que él hacia, así que se puso a pensar:

– Si fuera como él, con esas plumas grandes y de un color tan hermoso… Él además tiene muchos amigos, y yo casi nada, todos en la granja me desprecian, pero el pavo es muy famoso, todos en la granja lo quieren, hasta el mismo granjero le da de comer muy bien y a mí me da muy poco alimento. Y a mi ¡nadie me quiere!cuentos-infantiles-cortos-gallo

– Tanto deseo ser como él! – Dijo el gallo – ¡Ya se que hacer!! Se me ha ocurrido una idea, mandaré al pavo muy lejos de aquí y luego lo sustituiré.

Al día siguiente se le acerca al pavo y le dice: – ¡oye! pavo, tu mamá me dijo que viniera por ti. Esta muy pero muy enferma en la granja del vecindario, al otro lado del río.

Esto era solamente una trampa, pero Paulo (el gallo) se fue tras el pavo mientras iba muy preocupado por su mama a la otra granja. Paulo preparó una trampa con la que cazaban los lugareños, el pobre pavo entre tanta angustia no se dio cuenta de ello y por eso cayó muy fácilmente en ella. El pavo le suplicó al gallo para que lo liberara, pero se negó, dio la vuelta y regresó a la granja.

Cuando llegó a la granja, con los materiales del granjero, se pintó las plumas del mismo color que el pavo y se colocó otra cresta mas grande y cambió totalmente su forma de ser.

Ya estando en la granja se empezó a comportar como el pavo se y junto con sus amigos, ellos jugaban y lo querían mucho, aunque aún no se habían dado cuenta que en realidad se trataba de Paulo, el gallo.

El granjero como siempre le daba de comer muy bien hasta quedar satisfecho. El granjero había notado que no era el pavo, ya que estaba muy delgado. Entonces Paulo comió mucho todos los días hasta que engordó. Nadie se había dado cuenta de este envidioso.

Cuando llego la Navidad los dueños de la granja iban a preparar una deliciosa cena para compartir en familia. El Granjero fue en camino del pavo para cocinarlo porque esa noche lo iban a cenar, Paulo no lo pensó y se dejó agarrar por el granjero donde lo llevó a su cocina para cocinarlo y disfrutar de la cena familiar.

Esa noche todos comieron a Paulo pensando que era el pavo que tanto lo alimentaron para que engordara y luego comerlo. Apenas ellos notaron la diferencia, y así terminó todo en esa noche para Paulo. Los amigos de Mauricio notaron la diferencia.

Sus amigos fueron en camino a buscarlo, ellos oyeron que Paulo le había dicho que su mamá estaba muy enferma en la granja de la vecindad. Al pobre Paulo al fin lo encontraron junto a la orilla del río en la trampa que Paulo le había preparado. Tenía mucha hambre y frío, sus amigos lo abrigaron y luego lo llevaron a la granja donde lo cuidaron mucho y le dieron alimento. Sus amigos lo querían mucho y le dijeron que él era único y que nadie podría ocupar su lugar.

Y así termino esta historia. Mauricio el pavo vivió feliz al lado de sus amigos mientras que Paulo se esforzó tanto en imitarlo que no se dio cuenta que él si tenía amigos que lo querían y lo hermoso que se veía, tanto que su envidia no lo llevo a nada bueno.

FIN

– Moraleja del cuento: En la vida no hay que ser envidioso, con lo que las personas tienen o poseen ni tampoco imitar a los demás. veamos lo bueno que nosotros tenemos y no lo que los otros tienen.

!Somos únicos. No envidiemos a los demás¡

– Valores del cuento: El cuento enseña a los niños quienes los leen que se den cuenta del potencial que ellos tienen y por ello no deben porque imitar a los demás. Y les muestra que nosotros somos únicos y que nos alegremos de lo bueno que tenemos y sabemos.

Comparte este cuento infantil con tus amigos en Facebook, Google+ y Twitter con los botones que encontrarás al final del cuento. ¡Gracias!

2 pensamientos en “PAULO, EL GALLO ENVIDIOSO

Los comentarios están cerrados.