LA GATA NIJAR Y LOS PIRATAS BERBERISCOS

Cuento Infantil para niños/as; escrito por: El Equipo de Cuentos Infantiles Cortos

Erase una vez una gatita llamada Níjar que deambulaba por las playas de la costa de Almería en España, intentando atisbar desde la orilla alguna botella con mensaje o algún tesoro flotante de la época de los piratas.

Todas las mañanas, Níjar se ponía su uniforme de vigía y con el catalejo en la boca salía muy airosa de su hogar, una choza de una familia muy humilde en la ruta de los Genoveses del Parque Natural del Cabo de Gata. Níjar nació en esa familia, y a pesar de ser un gato y tener fama de ser ariscos, ella era muy cariñosa y se preocupaba por el bienestar de sus cuidadores.

Cuentos infantiles - El pirata barbanegra

Una mañana Níjar siguió su rutina habitual, orilla para arriba, orilla para abajo, sin quitar la vista del horizonte, ¡y de repente se paró en seco!, algo diferente llamó su atención, colocó el catalejo delante de su ojo, y… ¡sorpresa!.
Aquello que vio la paralizó, no se lo esperaba y tuvo que volver a mirar por la lente para poder reaccionar. No se equivocaba, a unas dos millas de la playa, se recortaba la silueta de un barco con una bandera muy especial. La bandera era negra con una calavera blanca y dos espadas cruzadas debajo de ella, y Níjar hablando en alto, dijo:

– «¡Un barco pirata berberisco!».

Se escondió detrás de una roca de la playa, y esperó pacientemente a que el barco se acercara a la orilla. Níjar no sabía las intenciones de aquellos piratas pero tenía que averiguarlas para avisar a su familia y al resto del Parque Natural. La gata era una experta en conocimientos piratas, y el hecho de que fueran berberiscos la tranquilió bastante porque seguro que sólo se habían acercado para buscar provisiones de manera pacífica.

Cuando el barco ya no podía acercarse más a la playa, los piratas fueron embarcando en pequeños botes para llegar a la orilla. Níjar muy valiente se puso de pie para recibirlos con los brazos en jarra y el catalejo en la boca. Uno de los piratas vio a la gatita, se acercó y le dijo:

– «¡Mirad quién ha venido a recibirnos, chicos!», – dijo el pirata sin parche en el ojo, pero con pata de palo.

Otro compañero se acercó y acarició la cabeza de Níjar, y otro pirata dándole un trocito de pan, le dijo:

– «¡Gatita, podías ser nuestra mascota!».

Níjar estaba confundida, ella había leído que los piratas eran malos, y que destruían todo lo que tocaban, pero lo que ella había visto era todo lo contrario. Sin darse cuenta, inmersa en sus pensamientos y de vuelta a su casa, había guiado a los piratas detrás suya. Sus cuidadores se asustaron mucho al ver a tantos piratas juntos, pero enseguida comprendieron que sólo querían descansar un poco y comer algo con los pies en la tierra.

Pasaron una magnífica tarde de merienda y risas. Los piratas les explicaron a todos, que su misión consistía en cerciorarse de que la naturaleza siguiera su rumbo y que nadie la estaba destrozando.

Sin parar de contar aventuras, se hicieron muy amigos, y la gata Níjar se enroló con los berberiscos en su barco. Entre todos compartieron muchos momentos juntos, y desde entonces los piratas berberiscos, se comenzaron a llamar los Piratas del Cabo de Gata y Níjar.

Cada año volvían al Cabo de Gata, para que Níjar viese a su familia y para comprobar que los parajes naturales de la zona seguían igual de cuidados que antaño. Así fue como Níjar terminó siendo la primera gata pirata de la historia, y los piratas los más ecologistas del mundo.

FIN

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Un pensamiento en “LA GATA NIJAR Y LOS PIRATAS BERBERISCOS

  1. marisabel andara uzcategui

    el cuento es muy bonito, además cuando me gustan los gatos o gatas, me gustan los animales.

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