EL CASTILLO DE LAS NUBES

Cuento Infantil para niños; escrito por: Ulica Tizaber

Bolita y Capricho eran dos nubes muy esponjosas a las que les gustaba jugar mucho. Las pequeñas nubes siempre eran blancas, por su corta edad aún no habían adoptado el color definitivo, y además como siempre estaban de buen humor, no acumulaban lluvia en su interior ni

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se ponían de color grisáceo.

Las nubes eran amigas desde que se formaron, y compartían tanto tiempo juntas, que parecía que tenían telepatía. Así se libraban de regañinas de sus padres, y conservaban su blancura, ya que lo único que experimentaban eran alegrías y sorpresas.

Eran felices estas nubecitas, sin preocupaciones de ningún tipo, y se pasaban el día imaginando cómo serían de mayores y a qué se dedicarían. Bolita quería ser sastre, para poder diseñar vestidos de princesas, que le encantaban, y Capricho sería bombero, para salvar personas de los fuegos.

Una cosa muy importante que ambas nubes tenían era una capacidad de imaginación increíble. A Bolita le gustaban mucho las historias de princesas, y Capricho jugaba con un rayo de juguete a ser un apuesto caballero. Tenían todos los accesorios necesarios para imaginarse que vivían en un castillo y que Capricho salvaba a Bolita del terrible dragón que habitaba en el foso de la fortaleza.

El dragón era una nube mediana de color gris que siempre estaba enfadada, y con lluvia dentro, y el castillo…

Hablaron con sus padres, sus amigas pequeñas y medianas, ya que necesitaban de su ayuda para construir el castillo. Todas las nubes querían participar en la aventura que Bolita y Capricho habían empezado.

Se pusieron manos a la obra, y en cuestión de unas horas ya estaba el castillo terminado. Las nubes grandes estaban en la parte inferior, ya que ocupaban mucho y hacían de base estable al castillo flotante. Las medianas en el centro, y las grisáceas y negras en las partes más altas de la fortaleza.

Las nubes pequeñas se situaron encima de las negras para dar un aspecto más alegre al castillo. Y cuando Capricho y Bolita se alejaron de su obra para ver el resultado, se quedaron boquiabiertos. Era un castillo precioso donde todos eran importantes piezas de un gran proyecto. Las dos pequeñas nubes se sentían muy orgullosas de su trabajo, y compartieron ese orgullo y esa ilusión con las demás nubes, que nombraron a las benjaminas, «Expertas en imaginación y castillos».

Las pequeñas crecieron en un ambiente muy propicio para avanzar en su trayectoria imaginativa, y llegaron a ser lo que se propusieron, ya que con esfuerzo y voluntad, entendieron que conseguirían todos sus sueños.

FIN

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12 pensamientos en “EL CASTILLO DE LAS NUBES

  1. María Guadalupe Hernández Ramírez

    Me encantó el bello Cuento de Las Nubes!!… Pues bolita y capricho tenían en su interior (alma). El mismo regalo que Dios nos hace a los hombres
    La Virtud de La Fantasía!!!… !! Felicidades !!

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