CREE Y VERAS COSAS MARAVILLOSAS

Cuento corto para los niños y niñas, creado por: Miriam

Creo que la mayoría de los cuentos comienzan así: había una vez…….y este comienza de igual manera; había una vez en un pueblo alejado del garavío de la gente, donde los pájaros son libres, las estrellas se multiplican y los gnomos y duendes son realmente felices que ocurrió esta historia.

cuentos infantiles - Los cuentos de navidad

Mis queridos padres buscaban un poco de paz para ellos pero principalmente para nosotros, sus cuatro hijos. Vivir en un sitio libre como aquellos pájaros y soñando con aquellos seres especiales, los cuales mama nos cuenta sus historias.

Llegamos en el mes de diciembre, nuestra casa era muy bonita, reinaba mucha paz y estaba hecha con mucho amor, desde allí comenzó esta historia y un hermoso cuento hecho realidad…..

Siempre pensaba cuando mi madre me contaba esos lindos cuentos que solo era eso, un cuento y nada mas.

Un día de una fresca tarde de primavera, donde el bosque de mi casa se impregnaba de aromas inigualables y yo jugaba con mi perro Bethoben en su fondo, muy cerca del enorme pino que mama decoraba siempre en las fiestas de Navidad, lleno de luces de colores y suave melodias. Bethoben se para frente a él y moviendo su cola, ladrando sin parar, hizo que yo bajara hasta casi la raíz del árbol.

Baje, baje y baje, de repente me tope con un ser muy, pero muy pequeñito, casi diminuto, el cual me dijo:

– Mi nombre es Pin y soy un fiel ayudante de Papa Noel pero nadie tiene que saber de mi existencia.

Entonces yo le dije: -¿Pin? ¿a que ayudas a Papa Noel?

Por favor, Papa Noel no necesita ayuda y menos de un pequeñin como tú y en realidad no creo que ni tu seas real, creo que es mi imaginación de escuchar tantos cuentos de mi mama. Me levante del piso arroje la pelota y seguí jugando con mi perro.

Esa noche ya era la víspera de Navidad, todos esperábamos ansiosos la llegada de Papa Noel y sus obsequios, mientras la mesa se cubría de dulces y ricos chocolates.

Mama hizo sonar una campana anunciando que Papa Noel había venido.

Todos corrimos hasta el enorme pino del bosque y grandes paquetes con brillantes moños. Había solo un paquete, era muy pero muy pequeño; y que les voy a decir, que ese diminuto paquetito era el mío. Todos fueron entrando a la casa con sus gigantescos regalos y yo me quede allí, junto al pino, abrí lo que me correspondía y encontré una nota que decía.

– Si yo te dijera que no llegue a ayudar a Papa Noel con tu regalo ¿ahora me creerías?. -Firmado PIN……

En verdad estaba triste y sorprendido, pensaba en los cuentos de mama y lo que ella siempre nos decía. «Solo un alma buena y pura puede ver a los duendes».

Creo que por no creer lo que vi y lo que me dijeron paso lo que paso, me quedé sin mi tan ansiado regalo que era un avión de madera.

Recostado entre el suelo y el pino mire al cielo y dije: – Oh dios cuantas estrellas…..también era verdad que allí en ese sitio se multiplicaban y que tampoco lo podía creer porque jamas me detenía a mirarlas, una estrella brillante cayó, mientras yo las observaba venia sentado ese personaje diminuto llamado PIN.

Paró junto a mi y me dijo: – ¿Leíste mi nota?

Y yo le conteste: – Sí y te pido disculpas por no creer en ti.

PIN me dijo: – No importa, lo que si importa es que hayas aprendido a creer, no solo por lo que ves si no con el corazón.

Y mientras charlábamos un ruido se iba escuchando, cada vez mas cerca, desde la oscura noche venia Papa Noel con mi juguete pedido.

– ¡Que alegría! Mi avión, mi avión de madera. -Grite yo.

Papa Noel me lo dio y me dijo: – PIN trabajó mucho en hacer tu regalo y estuvo hasta muy tarde para poder complacer tu deseo, porque si Pin y sus amigos no existieran yo no podría terminar todos los pedidos de los niños para cada Navidad, ¿comprendes?.

– Sí y ahora entiendo que los dulces cuentos que lee mi mama son reales porque ella también nos los lee con el alma y el corazón puro. Gracias,gracias por haberme enseñado a creer.

Y así Papa Noel siguió repartiendo los regalos a otros niños y Pin fue con sus amigos a brindar por una hermosa Navidad.

 FIN

Moraleja:  El corazón te hace ver las mas hermosas cosas, aún sin palpar las cosas se pueden ver de lo mas profundo del alma. Cree aunque no veas las cosas, el amor no se ve pero se siente, se feliz.

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