EL COCODRILO COJO

Había una vez un cocodrilo muy valiente que vivía desde pequeñito en la casa de Jamelguillo y Jamelguilla, su nombre era Cojo, sí, Cojo, así fue como le llamaron y os vamos a contar por qué.

La historia de nuestro amigo el Cocodrilo comienza en la orilla de un río, pero no era un río cualquiera… era un río peligroso no solo por la fuerza que tenían sus aguas, sino porque en aquel río, habitaban unos cocodrilos salvajes y muy muy peligrosos, era el río Nilo.

Hacía ya mucho tiempo, que nadie se acercaba por aquel paraje, a pesar de la gran belleza de ese lugar, pues estos malvados cocodrilos acechaban las orillas del río Nilo. Fue por eso, que pusieron carteles alertando a la gente de los cocodrilos salvajes.

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Un día, Jamelguillo y Jamelguilla se encontraban dando un paseo por un camino cercano al río Nilo. Estaba siendo un paseo muy agradable, pues el sol había salido y los pajaritos cantaban sin parar.

Pero de repente, se empezaron a escuchar gritos, parecía que eran gritos de auxilio, y provenía de las orillas del río Nilo

Jamelguillo, al escuchar los gritos, sin dudarlo un momento, salió corriendo para ver que era lo que estaba pasando, pues sabía que los cocodrilos rondaban por las orillas del río y era un lugar muy peligroso.

Cuando Jamelguillo llegó a la orilla del rio, sofocado y sin apenas respiración de lo rápido que había corrido, se encontró con dos cocodrilos enormes que estaban intentando atacar a un pequeño cocodrilo, que había llegado hasta esa parte del río y se encontraba totalmente desorientado al verse acorralado por los cocodrilos salvajes.

«Tranquilo pequeño, ven, agárrate a mi mano para salir de ahí. Corre corre«, le dijo Jamelguillo al pequeño cocodrilo.

«Ayúdame por favor, me han herido en la patita«, le respondió el cocodrilo.

Por fin, consiguió agarrar la mano de Jamelguillo y éste tiro todo lo fuerte que pudo hasta que consiguió sacar al pequeño cocodrilo de la orilla del río donde se encontraban los dos cocodrilos salvajes. «Vamos valiente que ya te tengo, salgamos de aquí cuanto antes», le dijo Jamelguillo guiñándole un ojo.

El pobre cocodrilo esta temblando del miedo que había pasado, entonces dijo a Jamelguillo: «Muchas gracias por salvarme la vida, pero no sé que voy a hacer ahora porque ya no puedo volver allí…»

Entonces Jamelguillo y Jamelguilla se miraron y le dijeron: «Si quieres puedes venirte a vivir con nosotros, que vivimos en una casita cerca de un lago en el que podrías bañarte siempre que quisieras… ¿Quieres venirte a nuestra casa?» .

«Siiiiiiiii» , contestó el cocodrilo.

«Pues vamos a casa cocodrilo cojo, que te voy a curar esa patita«, le dijo Jamelguilla.

Así fue como al pequeño cocodrilo, le llamaron Cojo, pues aunque su pierna quedó como nueva tras la cura que le hizo Jamelguilla, a él le gustaba el nombre que le habían puesto, ya que le recordaba que le habían salvado la vida. Y así fue como Cojo pudo correr de un lado para otro por el lago cercano a la casa donde ahora vivía.

 

FIN

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9 pensamientos en “EL COCODRILO COJO

  1. yolo

    Gracias por estas bellas historias quje nos permiten acercarnos a nuestros hijos y enseñarles a travez de ellas.

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